El entrenador del Real Valladolid se mostró muy satisfecho de que su equipo mostrara de nuevo «la fortaleza que le ha llevado a competir todos los partidos»

Sergio González compareció feliz en la sala de prensa de Anoeta. Y con toda la razón. El Real Valladolid volvió a sumar de tres con la victoria por 1-2 ante la Real Sociedad y alcanza los veinte puntos, nueve por encima del descenso — a falta de que juegue el Athletic Club –. Con esta victoria, el Pucela se consagra como el tercer mejor equipo a domicilio de toda la liga.
El técnico subrayó la importancia del triunfo en un estadio históricamente complicado para los intereses blanquivioletas. «Es una victoria de peso. La Real es un rival muy fuerte, con gran potencial en todas las líneas, pero sobre todo arriba», analizó.
En esa misma línea, se mostró satisfecho por haber vuelto a mostrar la verdadera identidad blanquivioleta. «Estoy contento porque hemos recuperado nuestro ADN, la fortaleza que nos caracteriza, y mostrando un nivel defensivo altísimo. Además, hemos salido bastante bien, siendo fiables y confiando en lo que teníamos que hacer», reconoció.
El Pucela está acostumbrado a sufrir: sabe que ese es el camino y que todos los puntos van a tener que lucharse hasta el final. «Hemos tenido suerte metiendo el 0-2 porque los primeros quince minutos de la segunda parte nos han apretado, pero me quedo con la identidad que hemos mostrado. Que la hayamos recuperado en un campo como este dice mucho», subrayó el catalán.
Tras cinco encuentros sin ganar, el Real Valladolid se quita de encima unos fantasmas que parecían sobrevolar al equipo sumando los tres puntos. «Llevábamos tres semanas en las que estábamos muy bien con el balón. Teníamos que recuperarnos sin él, volver a nuestra intensidad defensiva. Los cambios también nos han ayudado porque han salido con gran concentración. Siento una gran sensación de satisfacción”, declaró Sergio de manera honesta.
Aun así, si algo se puede extraer del encuentro en Anoeta es que el Pucela juega más cómodo fuera de casa, y así lo reconoció el técnico blanquivioleta. «Es una evidencia. Nuestras fortalezas como visitante se refuerzan al no tener que llevar el peso del partido. En Zorrilla manejamos más el balón y esto nos hace despistarnos en defensa. Contamos con la capacidad de crear ocasiones arriba, pero no podemos ganar solo jugando al fútbol: debemos ser fuertes atrás».
Si en la primera mitad los blanquivioletas superaron al equipo de Garitano, los vascos apretaron en la segunda parte y por momentos acorralaron al Real Valladolid. «El aspecto físico no ha influido tanto, el mérito es de la Real. Hemos sufrido y veíamos que nos metían el agua en casa. Sus jugadores son muy desequilibrantes: hemos optado por cerrar espacios y nos ha salido bien”.
Para finalizar, el entrenador explicó su variación en el sistema, que resultó clave para conseguir la victoria, aunque Sergio le quitó mérito. «Ojalá haya influido positivamente porque tomas decisiones para favorecer al grupo. Ellos tenían bandas muy profundas y nuestros hombres de banda, con su pierna natural, no han jugado tanto por dentro. El plan ha salido perfecto pero todo el mérito es de los futbolistas«, finalizó.