Nacho, Calero y Masip son los tres únicos jugadores del Real Valladolid que han disputado todos los minutos posibles en catorce jornadas

Chico, Harpo y Groucho Marx. Los hermanos Gibbs. Vicky, Cristina, Barcelona. Y también Fernando Calero, Masip y Nacho. Está claro. Las cosas que funcionan, que carburan, vienen de tres en tres. Y sino que se lo digan al Real Valladolid, más concretamente a Sergio González.
Sí, porque estos tres nombres de color blanquivioleta en forma de central, portero y lateral izquierdo están demostrando que tienen gasolina para rato, no hay quien les pare. Y como muestra, un botón; se trata de los tres personajes de película que han disputado por ahora todas las películas posibles en Liga con el Pucela.
El choque ante el Leganés vino a confirmarlo. Catorce jornadas de Liga, catorce contiendas disputadas por el trío lalalá. Simplemente, no fallan. Ahí están. El entrenador tiene claro que hay tres posiciones que tienen propietario fijo y que han resistido y resistirán siempre al invasor, fuera este en forma de otro nombre, de una posible lesión o de una sanción. Y ojo a esto último teniendo en cuenta que dos de los tres ejercen en la defensa.
Sobra decir que cada uno tiene su contexto, claro. Mientras que la titularidad perpetua de Masip tiene toda la lógica del mundo -ojo al detalle de que este sábado estuviera en la portería rival quien pudo ser su rival por el puesto esta temporada-, las de Nacho y Calero parecen más llamativas, sobre todo la del zurdo.
El central sigue con una progresión que ha hecho que varios equipos grandes ya se hayan fijado en él, pero en el caso de Nacho sorprende no solo porque se ha crecido para hacerse sin rechistes con el puesto, sino que se ha destapado como jugador más que válido para Primera División. Y frente al Leganés todo hizo indicar que el reloj seguirá corriendo para los tres un buen tramo de Liga.
O quizá no. Más allá de las lesiones, que cuentan con ese factor de imprevisibilidad lógico en el mundo del fútbol, lo cierto es que el lateral suma en su haber ahora mismo cuatro amarillas que le sitúan al borde de la suspensión y por tanto de verse forzado al descanso. El jugador más tarjeteado de toda la plantilla vio la última frente al Eibar hace dos jornadas y desde entonces ha bailado sobre el alambre dos partidos más… evitando un castigo que llegará tarde o temprano. Pero hasta entonces el trío total seguirá dando que hablar.