La victoria en el Villamarin hace que los de Sergio González traspasen barreras marcadas desde la temporada 1998/99
Lo que Sergio González hace con este Real Valladolid es digno de un prestidigitador a la altura de Harry Houdini, o ‘simplemente’ del tesón de un currante del fútbol que ha sabido dotar de carácter y garra a un equipo que cuando lo cogió allá por el mes de abril parecía abocado al desastre y que no comenzó como hubiera deseado, con su primera derrota en Zorrilla ante el Sporting de Gijón.
A partir de ahí, el resto es historia, pues el Real Valladolid se transformó en un gigante que ascendió de manera meteórica a Primera División. Ese mismo gigante se sigue haciendo más y más grande esta temporada y de un plumazo los blanquivioletas han roto dos maleficios del siglo pasado, después de que un gol de Antoñito haya dado el triunfo al Pucela ante el Betis en el Benito Villamarín, tanto llegó después de una contra magistral que comenzó con un taconazo sublime de Leo Suárez.
La primera de las maldiciones que los blanquivioletas han dejado atrás data de la temporada 1998/99, que fue la última vez que el equipo logró ganar cuatro partidos de manera consecutiva. Por aquellos entonces, el conjunto del Pisuerga estaba dirigido por el croata Sergio Kresic, que contaba con una plantilla en la que constan jugadores míticos del club como Víctor, Marcos o Alen Peternac.
Los cuatro triunfos seguidos de los pucelanos fueron ante el Celta (2-1), el Valencia (0-1), el Salamanca (4-1) y el Espanyol (0-2), pero la racha no acabó ahí porque se logró ampliar la racha de imbatibilidad hasta los siete partidos con dos empates y otra victoria. Ahora el equipo vuelve a igualar esta marca de victorias seguidas por tercera vez en su historia y suma ya cinco partidos sin conocer la derrota.
El otro maleficio que se ha roto de golpe y plumazo es justo de la temporada siguiente y tiene que ver con la última vez que el Real Valladolid logró sacar los tres puntos del campo del Real Betis, por aquellos entonces el Manuel Ruiz de Lopera, un triunfo. El equipo dirigido por Gregorio manzano asaltó el feudo verdiblanco gracias a un gol de Caminero en el 73.
Después de ambas temporadas el Real Valladolid logró mantener la categoría de manera holgada, lo cual son grandísimas noticias para los intereses del equipo esta campaña, en la que ya suma 15 de los 42 puntos en los que se fijan la permanencia en Primera División. Ante el Espanyol de Rubi, el Pucela de Sergio González tiene la oportunidad de igualar una racha que no se repite desde la temporada 1950/51, que no es otra que la de sumar cinco victorias consecutivas.
De lograrlo el rango de prestidigitador del técnico catalán podría quedarse corto, pero pase lo que pase lo que hacen todos y cada uno de los jugadores que lucen los jugadores blanquivioletas es digno de elogio, pues son dignos representantes de la filosofía de Sergio González.