Los blanquivioletas doblegan a la SD Huesca con un golazo de Rubén Alcaraz y se sitúan en la zona tranquila de la tabla

Suma y sigue para el Real Valladolid, que doblegó a la Sociedad Deportiva Huesca gracias al magnífico tanto de Rubén Alcaraz en la ejecución de un libre directo. De este modo, los blanquivioletas afrontan el parón de selecciones con doce puntos en su casillero, asentándose en la zona cómoda de la clasificación.
Los oscenses llegaban al José Zorrilla con la urgencia de vencer y romper la racha de seis encuentros sin probar las mieles del triunfo, por lo que Leo Franco presentó un once con muchos cambios. Más estabilidad mantuvo Sergio González en su propuesta, en la que la entrada de Enes Ünal por Antoñito fue la única modificación con respecto al once que venció al Villarreal.
El choque comenzó con ambos equipos queriendo llevar la iniciativa y moviendo la pelota con rapidez, lo que generó muchas imprecisiones a la hora de generar ocasiones. A la primera, de Alcaraz con un disparo desviado, respondió rápidamente Chimy Ávila con un tiro lejano que también se marchó bastante lejos de la red.
Pasados los primeros veinte minutos, los blanquivioletas se hicieron con la batuta del partido, siempre acechados por un Huesca que nunca dejó a los de Sergio desplegar todo su potencial. Čop pudo abrir la lata tras ganarle la partida a los dos centrales pero su remate se marchó por encima del larguero.
Hubo que esperar al balón parado para que la grada del José Zorrilla pudiera cantar gol. Semedo derribó a Toni Villa cuando estaba a punto de internarse en el área pequeña; acción por la que el colegiado amonestó al portugués y pitó falta.
Alcaraz no lo dudó ni un instante y agarró el balón con un único objetivo: mandarlo al fondo de las mallas. Con un golpeo inmaculado, el catalán colocó el balón a la derecha de Jovanovic, que permaneció impasible viendo como el misil perforaba su meta.
El tanto permitió al Real Valladolid deshacerse de la presión oscense. Por encima en el marcador, los blanquivioletas pudieron aumentar la ventaja con un buen centro de Nacho desde el costado izquierdo, pero el guardameta oscense le ganó la partida y atrapó el cuero.
El VAR volvió a intervenir
La segunda mitad comenzó de una manera muy similar al final del primer acto. El choque parecía condenado a continuar por los mismos derroteros hasta que, a falta de diez minutos para cumplirse la primera hora de juego, una jugada lo cambió todo.
Alcaraz robó el balón en su propio área y, con un pase filtrado, le dio el balón a Nacho, que comandó la contra con rapidez por el costado izquierdo. La pelota terminó en los pies de Leo Suárez, que la empujó al fondo de la red para aumentar la distancia.
Pero le duró muy poco la alegría al Real Valladolid y a su hinchada, que vio la celebración interrumpida por el gesto del colegiado Mateu Lahoz pidiendo la asistencia del videoarbitraje. Finalmente, el valenciano invalidó la jugada por fuera de juego de Nacho.
La decisión cayó como un jarro de agua fría a los blanquivioletas, que comenzaron a diluirse y perdieron la iniciativa en pos de un revitalizado Huesca. Leo Franco puso toda la carne en el asador y dio entrada al Cucho Hernández y Longo. Le tocaba sufrir al Pucela, que pudo poner tierra de por medio en un balón que Čop estrelló en las manoplas de Jovanovic.
Los oscenses estuvieron cerca de igualar la contienda con un disparo de Semedo que se marchó por encima de la meta de Masip, que tuvo más trabajo en los minutos finales del encuentro. Ya en el añadido, Longo hizo que la grada mantuviera la respiración por un momento, pero su remate se marchó desviado.
De esta manera, el Real Valladolid afronta el parón de selecciones en una posición tranquila en la tabla y encadenando el tercer triunfo ante un Huesca, muy combativo, que nunca le perdió la cara al partido.