El entrenador del Real Valladolid se mostró orgulloso del trabajo de los suyos aunque faltó compenetración en la punta de ataque en la primera mitad
Sergio González pasó por la sala de prensa de Zorrilla a la conclusión del encuentro que enfrentó al Real Valladolid y al Levante UD. Se mostró muy contento por haber conseguido la primera victoria de la temporada ante un rival «muy duro como es el conjunto granota», que apretó al final, si bien los blanquivioletas fueron dominadores durante buena parte del encuentro.
A la sexta fue la vencida en «un partido muy bueno y muy completo», como lo valoró el técnico. «No ha faltado ni compromiso, ni intensidad, ni juego. Hemos abierto bien por bandas y hemos llegado como vendavales por los laterales. Lo único que nos ha faltado ha sido más efectividad a la hora de rematar», dijo.
Ese arreón final del Levante hubo que aplacarlo, y el equipo lo hizo «con garra y espíritu», pese a dar «un pasito atrás». «Estoy contento porque hemos sufrido, pero hemos ganado. Después de estas seis jornadas, al equipo no se le puede poner ningún pero por todo lo que está haciendo», ponderó.
El tanto de la victoria llegó en una jugada ensayada, fruto de la pizarra de Diego Ribera, su segundo entrenador, aunque el principal no quiso olvidar que «el mérito es de los jugadores». «Sabemos que en el gol de Nacho si Míchel no golpea así o si Óscar Plano no arrastra, ese gol no hubiera sido posible, aunque que ha sido un muy buen golpeo de Nacho», recordó el técnico, sin dejar de dar valor al trabajo de su ayudante.
La principal novedad en la alineación fue que jugaron juntos Cop y Ünal por primera vez de inicio, algo que había ensayado durante la semana. Y si bien su trabajo fue bueno, hubo cosas que afinar, como reconoció: «Teníamos que haber repartido bien en los espacios, aunque se han descolgado bien de los centrales. Cuando lo hacíamos mal en el centro hacíamos bien el desmarque y viceversa. Vamos a trabajar en ello y a seguir mejorando en ciertos aspectos».
Tras la expulsión de Vukcevic el Levante se quedó con diez jugadores sobre el campo, aunque no se notó tanto como podría porque en ese momento, el Pucela tenía miedo a perder lo logrado y era «como un niño pequeño que consigue algo y no quiere que se lo quiten». «Teníamos la presión por conseguir los tres puntos. Ha habido un desgaste enorme», aseguró Sergio González.
En poco más de dos días el conjunto blanquivioleta volverá a disputar otro partido, el de la séptima jornada de Liga, ante el Villarreal, un submarino amarillo que viene de derrotar al Athletic de Bilbao por 0-3 en San Mamés. Y, de nuevo, puede que haya bajas, incluso más que esta vez, porque Óscar Plano y Moyano cayeron lesionados. «Javi ha salido con un amago de contractura y Óscar tiene molestias en el hombro pero no sé el alcance»,puntualizó para terminar Sergio González.