El mediapunta argentino destaca por su desborde y velocidad. Su llegada al Real Valladolid puede ser el trampolín que necesita para hacerse un sitio en el Villarreal
No estaba dentro de ninguna quiniela de posibles fichajes para el Real Valladolid, pero Miguel Ángel Gómez volvió a hacer de las suyas y sin que nadie se enterara consiguió que el Villarreal le cediera a uno de los jugadores en que más ilusión tiene depositada de cara al futuro, el argentino Leonardo Gabriel Suárez.
Leo Suárez (30/03/1996), como se le conoce futbolísticamente, es un centrocampista de tres cuartos –su demarcación más clara suele ser más concretamente la de extremo derecho– formado en las categorías inferiores de Boca Juniors, con quien llegó a debutar antes de que el Villarreal pusiera sus ojos sobre él.
El jugador, que llegó a España hace ya casi cuatro años, aún no se ha asentado en Primera División y, además, llega a Zorrilla tras vivir la campaña pasada una lesión importante de rodilla. Pese a todos estos matices la dirección deportiva cree que será una gran incorporación para un equipo que el domingo no tenía más delanteros que Chris Ramos y que con él cubre sus posiciones de banda.
Visión y calidad técnica
Leo Suárez llega a Valladolid tiene ante sí la gran oportunidad de su carrera de explotar, por ello en la cesión el Villarreal no ha querido incluir una opción de compra posterior. En el tiempo que lleva en el conjunto groguet, el argentino no ha acabo de tener continuidad en el primer equipo. Las lesiones tampoco le han ayudado, sobre todo una grave rotura de los ligamentos de la rodilla le hizo perderse gran parte de la temporada con filial castellonense.
45 minutos ligueros, 93 coperos, 15 de Champions y tres de Europa League, son el bagaje del extremo en el primer equipo del Villarreal. Sin duda es un registro muy pobre para un jugador del que se esperaba que aportara mucho al primer equipo. Ni a Marcelino García ni a Fran Escribá ni, más recientemente, a Javi Calleja ha sido capaz de convencer, por lo que su mayor impacto ha sido con el filial.
En los partidos que ha jugado con la camiseta amarilla ha demostrado ser un jugador de gran calidad técnica, velocidad, habilidad y visión de juego. Según dicen desde su club de procedencia, es capaz de jugar en toda la línea de ataque y desataca también por su capacidad de hacer gol. Así, hizo dos tantos en los nueve encuentros disputados con el filial la pasada campaña.
Su calidad es indudable pues la ha demostrado con las categorías inferiores de la albiceleste, con la que se proclamó campeona del mundo sub 17. En Valladolid, tanto Sergio González como Miguel Ángel Gómez esperan poder explotar sus cualidades y que permita al conjunto blanquivioleta salvarse con la mayor holgura posible.
Prestamos con sabor sudamericano
La buena relación entre Real Valladolid y Villarreal ha propiciado que las dos entidades se vean favorecidas de una operación importante para las tres partes, incluyendo al jugador obviamente. El Real Valladolid se hace con la cesión de un futbolista de calidad y el Villarreal ofrece una buena salida y rodaje para un jugador que está ante su gran oportunidad de convencer al submarino amarillo. Todos salen ganando en una amistad correspondida.
El caso del futbolista argentino y del Ünal no son los únicos trasvases de jugadores desde tierras castellonenses a vallisoletanas. Jugadores como Peña marchó precisamente desde Pucela a Villarreal cuando los groguets comenzaban a asentarse en la Primera División. Años más tarde el camino sería a la inversa cuando Damian Escudero fue cedido al club blanquivioleta (2008/09).
Años más tarde llegaría a las filas pucelanas Hernán Pérez, a las órdenes de Rubi. El extremo fue una apuesta del club para el mercado invernal y salió bastante bien. El paraguayo fue clave para luchar por entrar en promoción y su buena media temporada le valió para fichar por el Espanyol. Antes el serbio Rukavina puso rumbo al submarino amarillo tras sus grandes campañas como blanquivioleta.
No tan bueno salió el argentino Espinoza, que, a pesar de su indudable calidad, no consiguió asentarse en el once desde su llegada en navidades y se quedo en un revulsivo. A pesar de ello, el Real Valladolid intento su vuelta tras la cesión, pero decidió volver a su país dado el interés que Boca Junior mostró por él.
Precisamente en el club bonaerense se formó la última incorporación blanquivioleta llegada desde el Villarreal, Leo Suárez. Habrá que ver si Miguel Ángel Gómez ha vuelto a acertar trayendo un jugador que necesita aprovechar su oportunidad para comenzar a forjar su futuro en LaLiga. Si lo consigue, serán buenas noticias por partida doble, pues el demostrará que es más que válido para el Villarreal y el Real Valladolid se beneficiará de su aportación con la permanencia en Primera División.