El Real Valladolid empata a cero en Montilivi gracias a su solidez defensiva

Las quinielas más pesimistas eran también las más abundantes en Valladolid ante el retorno del Pucela a la máxima categoría del fútbol español. Un verano convulso, con rumores de venta del club por parte de Carlos Suárez, los fichajes que no llegan, las lesiones inoportunas y, sobre todo, la sensación de no estar preparados hacían que el encuentro frente al Girona en la primera cita liguera tuviera claros visos de saldarse con derrota.
Para atajar este sino ineludible, Sergio González optó en la pretemporada por aquello que le llevó a ascender, inesperadamente, con el Real Valladolid: sentido común y construir la casa por los cimientos.
Así pues, el conjunto blanquivioleta se plantó en tierras gerundenses con la lección que había ensayado en pretemporada y que venía trabajada con anterioridad en el último tramo de la pasada campaña: orden defensivo, mínimas complicaciones defensivas, seguridad en el centro del campo y aprovechar lo que se tuviera arriba y que generaran los hombres más determinantes de la plantilla.
En Girona salió todo, excepto lo último. La fiesta no fue completa, puesto que los invitados a la misma el año pasado no estaban. A la marcha de Mata y Hervías había que sumar la de un mermado Óscar Plano, que tras salir de lesión, solo pudo disputar unos minutos al final del encuentro. Con ello, solo Toni repetía de aquellos jinetes de la apocalipsis que barrieron a Sporting y Numancia en play-off. Y, por supuesto, en fase ofensiva fue el mejor.
Por si esto fuera poco, para asegurar la seguridad del centro del campo, Sergio optó por Anuar como hombre adelantado en el trivote, o actuando como enganche de Chris Ramos. Aunque, siendo justos, el ceutí actuó como enganche de nadie, ya que el espigado delantero blanquivioleta demostró no ser jugador para Primera División y no dio en ningún momento el desahogo que se le pide a un delantero centro en una disposición tan conservadora como la actual del Real Valladolid. Sabemos que Ramos no es Mata, pero es que sobre el verde catalán no fue nadie.
Con este panorama, a nadie sorprende que el partido, sobre todo en la primera mitad, fuera de un dominio claro del Girona, quien rondó el 70% de posesión. Sin embargo, esta fue improductiva. En los primeros 45 minutos, solo los disparos lejanos de hombres como Aleix García inquietaron a Masip, aunque en el minuto once, Masip sacó la más clara tras una falta peligrosa botada por el cuadro local.
En esa primera parte, el ya citado Toni y Alcaraz fueron los únicos blanquivioletas que llevaron peligro, el segundo con un chut lejano en el minuto veintiocho. La segunda se preveía de igual forma, aunque un inicio algo más activo del Real Valladolid disipó al posible arranque local en busca del gol. Pese a ello, las ocasiones, contadas, seguían llevando firma catalana, como la de Stuani en el 66′ que se fue fuera por poco.
El siguiente tramo del encuentro estuvo protagonizado por los cambios. Los del Real Valladolid buscando más frescura con la entrada de Plano o el debutante Verde, y los del Girona en busca del gol que no llegaba con la entrada, por ejemplo, del Choco Lozano. Sorprendentemente, no pasó excesivos apuros el Pucela en estos minutos, aunque aún quedaban los últimos instantes.
Desde el minuto 82, el Girona, por ser favorito y local, y también por disponer de más armas, apretó , sobre todo, a través de balones colgados al área. Sin embargo, fue un contragolpe en el noventa la ocasión en la que el gol estuvo más cerca, pero el balón acabó saliendo por línea de fondo.
Algo más de sufrimiento propio hasta el final, no demasiado, y final del partido. El Real Valladolid inauguró su casillero de puntos de forma trabajada, brillante en defensa e inoperante el ataque. El valor del punto es tan grande como la evidencia de que la plantilla, a día de hoy, está muy falta, sobre todo arriba.
Girona FC: Bono, Porro, Bernardo, Juanpe, Muniesa, Timor (Pere Pons, min. 74), Aleix García (Choco Lozano, min. 62), Granell, Portu, Borja Gracía y Stuani (Patrick Roberts, min. 81).
Real Valladolid: Masip, Moyano, Kiko Olivas, Calero, Nacho, Borja, Anuar (Verde, min. 71), Toni (Míchel, min. 87), Keko, Alcaraz, Chris Ramos (Óscar Plano, min. 64).
Árbitro: Cuadra Fernández. Amonestó al local Granell y al visitante Alcaraz.
Incidencias: Primer partido de la primera jornada de Liga de la temporada 2018/19. El debutante Cuadra Fernández no hizo uso del VAR.