El extremo derecho madrileño volverá a Zorrilla convertido en un jugador con amplia experiencia y más fracasos que éxitos

El imberbe Sergio Gontán Gallardo (Brunete, Madrid 27/12/1991) que arribó al Real Valladolid en el invierno de la temporada 2009/10 difícilmente podría imaginar una carrera tan dilatada como la que apunta y está desarrollando hasta el momento. Desde que en ese mismo año hiciera su debut en el profesionalismo, Keko no ha visto interrumpida su andadura en el mismo, pese a la juventud con la que ha llegado a varios lugares en los que ha desarrollado su fútbol y los reveses futbolísticos que ha sufrido.
Curiosamente, su anterior etapa en el Real Valladolid da prueba de eso mismo. Llegó a un equipo con problemas desde el Atlético de Madrid, donde era pieza importante del filial en Segunda B, pero en donde también llegó a debutar. Ya aquí, y con las convocatorias con la selección sub 19 de por medio –porque, recordemos, aquí llegó con tan solo dieciocho años–, Keko fue una de las pocas notas positivas de aquella campaña de infausto recuerdo que dio con los huesos pucelanos en Segunda División.
Sin embargo, Keko tuvo que continuar su camino, y lo hizo con dos experiencias que no fueron nada positivas en Segunda División: primero con el prometedor Cartagena de JIM, Víctor, Toché… y luego con el Girona de la temporada 2010/11, que la pasó casi en blanco.
La gran apuesta del jugador, e importante para su nuevo equipo de destino, se produjo en el verano del 2011. Keko firmaba por el Catania tras no renovar con el Atlético de Madrid. El conjunto italiano hacía así una apuesta de futuro por un habitual de las inferiores de la selección española. El resultado, una vez más, fue paupérrimo: dos años casi en blanco y en el tercero, cuando logró jugar algo más, descenso.
Su contrato había finalizado y su rédito futbolístico corría serio peligro de desaparecer. Keko apenas había sumado minutos en los últimos años, siendo un jugador muy joven con necesidad de ello. La llamada del Albacete de, ¡sorpresa!, Luis César Sampedro lo rescató del ostracismo.
Con el técnico gallego fue importante en un equipo recién ascendido a la categoría de plata. Sumó más de 2.500 minutos, seis goles y varias asistencias en un conjunto con jóvenes valores como Portu o Edu Ramos. Su buen hacer le llevó a ser uno de los jugadores más destacados de la categoría, fichando así, no sin problemas burocráticos de por medio por el Eibar, equipo especializado en saber dónde escoger en Segunda División.
Con el conjunto eibarrés firmó otra buena campaña al año siguiente, superando, de nuevo los 2.000 minutos y firmando tres tantos. Eran varios los clubes que pretendían hacerse con los servicios del extremo madrileño incluso en el mercado invernal, pero, finalmente, fue el Málaga quien pagó cinco millones de euros en el verano del 2016 para hacerse con sus servicios.
Sin embargo, su periplo malaguista, al menos hasta el momento, vuelve a ser decepcionante. Tras haber firmado por cuatro años, y una vez cumplido la mitad de su contrato, Keko solo ha podido aportar al equipo malacitano cinco asistencias en 43 partidos, sin haber anotado nunca en partido oficial con la camiseta blanquiazul.
Así pues, el perfil de jugador que llega a Zorrilla es el de un extremo o interior derecho asistente, con poco gol, que buscará de blanquivioleta el enésimo impulso a su carrera con tan solo veintiséis años. Es un jugador que ha demostrado poder ser notable en Primera División, pero que, a su vez, no llega en su mejor momento, y de estos ya ha vivido unos cuantos en su carrera.