El presidente felicita a los lectores de Blanquivioletas, a la afición y a todos aquellos que han formado parte del club
“Cumplimos noventa años y lo vamos a vivir en Primera. Yo ya viví los setenta y cinco allí y ahora vamos a vivir los noventa también en Primera”. Decidido, seguro, convencido. Llámenlo como quieran. La felicitación del presidente del Real Valladolid, Carlos Suárez, a la afición canalizada a través de Blanquivioletas por el noventa aniversario del club suena con firmeza. No es para menos. Una vez confirmado el regreso a la élite, y dada la coincidencia con el hito, es para sacar pecho.
Y es que han sido muchas idas y venidas, muchas subidas y bajadas. Ha pasado tiempo desde el 11 de mayo de 2001, cuando Suárez fuera nombrado oficialmente presidente del desde este miércoles todavía más histórico club. Tres descensos, en 2003, 2010 y 2014, y tres ascensos, en 2007, 2012 y 2018, contemplan al ex baloncestista nacido en León desde aquella marcado día. Hechos que le han hecho ganarse incondicionales y detractores a partes iguales.
Desde luego diecisiete años vinculado al equipo de Zorrilla dan para mucho. A fin de cuentas, es casi una quinta parte de la historia del club, que se dice pronto. Alegrías, penas, momento difíciles de digerir y más fáciles de tragar. Más allá de los diferentes bailes entre categorías, lo cierto es que que Suárez forma parte del libro escrito con letras doradas del club.
De hecho, se trata ya del presidente que más años ha ocupado el cargo por delante de los otros veinticinco que le han precedido desde 1928. José Cantalapiedra de Castro hizo lo propio entre 1930 y 1944, o lo que es lo mismo, catorce años que fueron superados por Suárez hace ya tres temporadas. Del resto de máximos dirigentes no hay siquiera uno que haya llegado a los diez, con lo que parece claro que Carlos Suárez es ya un récordman en Valladolid.
Confianza ciega
Más allá de las múltiples decisiones, acertadas o erróneas, que haya tomado el presidente en esta larga etapa, puede decirse que arrestos le echó cuando decidió lanzarse a la compra del club en julio de 2011 con la adquisición del 55% de acciones a Palcos Blancos (35%) y a Cartera de Inversiones (20%). Precisamente hace unos días dejaba la puerta abierta a una posible venta en una entrevista en Cadena Ser tras el ascenso… pero siempre pidiendo el dinero por delante, claro.
Y por seguir con los datos, hasta veinte entrenadores han pasado por el banquillo de Zorrilla durante estos diecisiete años, destacando nombres como los de José Luis Mendilibar, Miroslav Djukic o el más reciente, Sergio González. Desde luego bien la media de técnicos es más bien alta, pues si bien es cierto que varios de ellos fueron interinos o provisionales y apenas ejercieron unas jornadas, este promedio sale a cuenta de más de un entrenador por curso. Demasiados para presumir de estabilidad en este sentido.
Imposible olvidar, por supuesto, también el Concurso de Acreedores por el que pasó el Real Valladolid de manera voluntaria entre diciembre de 2011 (apenas medio año después de la mencionada compra) y julio de 2014. Un periodo complicado de algo más de dos años y medio, con los jueces pendientes y atando en corto la deuda del Pucela, que bien es cierto que ha caído drásticamente desde aquel entonces. ¿Cuánto? También es conocido que el club no es amigo de hacer las cifras demasiado públicas.
Lo único innegable es que, efectivamente, el Real Valladolid cumple estos noventa años en Primera División. Es un hecho, algo irrebatible tantos para esos seguidores y detractores de la gestión de Carlos Suárez antes mencionados. Para el recuerdo también quedan sus múltiples manías en el palco, como reconocido supersticioso. Pero eso ya es otro cantar. En la élite no hay suerte que valga.
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