El delantero del Real Valladolid continúa haciendo historia como máximo goleador del fútbol profesional español esta temporada

Jaime Mata ofrece dudas. No está claro si los goles que lleva anotados esta temporada son 34 (33 en liga más uno en play-off) o 35 (33 en liga más dos en play-off). Y todo esto porque el tercer gol blanquivioleta frente al Sporting en el partido de ida de las semifinales de la promoción de ascenso para algunos es suyo (el acta del partido así lo refleja), y para otros es de Calavera en propia puerta (así lo dice la LFP).
Y ya está, se acabaron las discusiones sobre un jugador que no es solo leyenda del Real Valladolid, sino ya del fútbol español. Y no estamos ante una hipérbole estilística, no: con 34 goles iguala los tantos que anotó Baltazar con el Celta en la temporada 1986/87, siendo ya solo superado en la cifra goleadora histórica de la categoría de plata por Ricardo Alós, que marcó la astronómica cifra de 45 goles en el curso balompédico 1956/57.
Pero ahí no terminan las asombrosas cifras de don Jaime Mata. Si tenemos en cuenta la temporada actual, el delantero madrileño se encuentra por delante de cualquier jugador profesional del fútbol español. Por delante de un tal Lionel Messi si le contamos treinta y cinco chicharros, Mata es el mayor goleador de Primera y Segunda División.
Es difícil no destacar la faceta goleadora de un jugador con estas cifras, pero el aficionado blanquivioleta no hablará de ello primordialmente al referirse a Mata, o al menos no exclusivamente, ya que trabaja, lucha, abre espacios y ofrece soluciones distintas como ninguno. Para encontrar la razón de ello, solo hace falta bucear en la temporada anterior. En ella, Jaime Mata se desempañaba las más de las veces en banda izquierda, donde ofrecía un rendimiento pobre, como el que puede ofrecer un relojero suizo cortando mortadela en el supermercado del barrio.
Hay cosas que no pueden ser y que como no pueden ser, son imposibles. Una de ellas es Mata en banda izquierda; otra, la cabezonería de Paco Herrera para desterrarlo allí. Luis César Sampedro lo centró y convirtió en pichichi. Ahora, Sergio González busca hacerlo la mayor leyenda de otro ascenso del Real Valladolid.
Los goles los ha dispuesto hasta el momento con una facilidad inaudita. Lo más parecido que hemos visto en los últimos tiempos fue la clase goleadora de Javi Guerra, delantero de área omnipresente en la misma. Sin embargo, lo de Mata es distinto: se le caen los goles como las gotas de sudor. En las escuelas de la capital vallisoletana, la cartilla que los párvulos aprenden en sus comienzos lectores tiene una nueva casilla: la ‘m’ con la ‘a’, MA-TA.