Análisis del próximo rival del Real Valladolid

Ahora o nunca, el todo o la nada, el sí o el no. Ha llegado la hora de la verdad. Frases muy manidas y tópicas en el mundo del fútbol, hasta que resulta que se convierten en realidad. El que pierde la eliminatoria, se va a casa. Real Valladolid y Sporting de Gijón darán este jueves el pistoletazo de salida al play-off en Zorrilla, un choque que se intuye eléctrico, vibrante, y que marcará gran parte de la temporada de ambos equipos.
Desde luego que los asturianos no lo pondrán fácil pese a llegar en un estado de forma algo regular al encuentro. Los contadores ya se han puesto a cero para todo el mundo, conscientes de que la vista solo alcanza hasta cuatro partidos más. Este jueves el feudo blanquivioleta volverá a ser una olla a presión.
Sube y baja
Y lo será con dos equipos que cruzan completamente sus estados de ánimo. Por un lado, un Pucela enrachado, con ganas de más, y por otro un Sporting que aspiraba hasta hace no tanto incluso al ascenso directo y que poco a poco, más en estos últimos compromisos, ha terminado por disolverse como un terrón de azúcar en un vaso de agua caliente.
¿La mejor prueba? Los números. Apenas hay que remontarse unos días atrás para rememorar un doloroso 3-0 en casa de un Córdoba que se jugaba el ser o no ser en Segunda y que terminó apaleando al equipo de un viejo conocido como es Rubén Baraja. Y aún más. De los últimos cinco partidos, tan solo una victoria y cuatro derrotas, o lo que es lo mismo, tres puntos de los últimos quince.
Un bagaje demasiado bajo para alcanzar a quienes tuvo siempre cerca, véase Huesca y Rayo Vallecano, ahora equipos de Primera División. Mientras que los rojiblancos concluyeron las cuarenta y dos jornadas con 71 puntos en su casillero, los dos de arriba lo hicieron con 75 y 76 respectivamente… y tras haber rebajado el pistón una vez ascendidos. Incluso en la última jornada el Zaragoza consiguió colarse por medio en la tercera plaza, la cual arrebató al propio Sporting, tras cumplir en la última jornada.
Y ahora, como cuarto clasificado, el conjunto rojiblanco lo tiene claro. La recta final ha sido rara, pero al menos el equipo llega descansado a la última traca. No hay excusas. Tras el triste descenso de Primera el año pasado, el objetivo marcado en rojo para el presente curso no era otro que pasar el menor tiempo posible en la categoría de plata. Una temporada ya es demasiado castigo para una afición fiel y dispuesta a dar la vida por su equipo.
Sin apuros
Lo que sí está claro para el Real Valladolid es que tendrá que intentar sacar la mayor renta posible para el partido de vuelta en Gijón. Los asturianos no han roto el lógico tópico de ser mucho mejor local que visitante, con números de cuarenta y dos puntos en El Molinón de sesenta y tres posibles y apenas veintitrés de sesenta y tres como foráneo. Ese es precisamente el detalle que les ha faltado a los del Pipo Baraja, una mayor contundencia y serenidad a domicilio para terminar de colarse en ascenso directo. Pero ya no merece la pena pensarlo.
Así las cosas, lo cierto es que también han llegado unas cuantas críticas con esta clasificación para el play-off. Que si el equipo ha pegado un impresionante bajón físico en el último mes, que si la plantilla es corta, que si hay agotamiento mental, que si el esquema táctico del entrenador es muy plano y sin apenas variantes… Tras hincar la rodilla varias veces las cosas se ven con otros ojos y se es más crítico, desde luego, aunque no le conviene al Pucela confiarse.
Y hablando de esquemas y estilos, Baraja gusta de jugar con un 4-2-3-1 con el goleador, Michael Santos, el de los diecisiete goles, en punta flanqueado por bandas por Jony y Carmona, otros dos a atar en corto con cinco y nueve muescas en el revólver, respectivamente. No es que sean los astures el conjunto más goleador, pero sesenta dianas en cuarenta y dos partidos no son mal bagaje, con cuarenta encajados.
Ya solo queda esperar la actitud con la que ambos equipos saltan al terreno de juego de Zorrilla este jueves. La suerte está echada, el destino del ascenso puede quedar marcado o por el contrario quedar completamente abierto para la vuelta después de los primeros noventa minutos. No hay nada más que añadir, solo esperar a que el balón eche a rodar en un enfrentamiento digno de dos colosos.
Curiosidad del rival de esta jornada: Se trata de un dato que muchos desconocen, y nunca mejor dicho, pero El Molinón está catalogado como el campo más antiguo de toda España… más que nada porque se desconoce la fecha exacta de su inauguración. Hay crónicas que hablan de 1908, pero no hay documentos que lo acrediten a ciencia cierta. Un escenario idóneo, pese a lo que tendrán que sufrir los de Sergio González, para disputar un partido de vuelta para la historia.