Análisis del próximo rival del Real Valladolid

Ya no hay marcha atrás, ya no hay oportunidad sencilla. El Real Valladolid ha entrado en una dinámica de rival complicado tras rival complicado en esta recta final de Liga. Algo que puede verse como situación negativa o, simplemente en aras de ser práctico, como un detalle positivo para levantar el vuelo de una vez por todas y acabar así entre los seis primeros.
Y es que está claro que el próximo contrincante no lo pondrá fácil. Un Cádiz que, pese a acumular una racha de resultados regulares en las últimas semanas, no se da ni mucho menos por vencido y sigue teniendo muy claro su objetivo: como mínimo play-off y, si se da la carambola, ¿por qué no pelear por el ascenso directo? La aventura es complicada, casi imposible, pero todo pasa por llevarse los tres primeros puntos para la gesta este fin de semana en Zorrilla.
Todo o nada
Efectivamente, cuarto en la clasificación con 58 puntos en 36 jornadas ahora mismo la afición gaditana se pregunta hacia dónde tirar. El ascenso directo cotiza muy al alza con los 65 puntos que tienen en su haber tercer y segundo clasificado, Huesca y Sporting, mientras que en la pugna por las otras tres plazas del play-off se encuentran ahora mismo hasta ocho equipos… entre quienes están Cádiz y Valladolid. De ahí la importancia de la batalla de este sábado.
Si por algo se está caracterizando el conjunto andaluz en estas últimas temporadas es, sin duda, por su ambición. Toda vez que Álvaro Cervera llegó y besó el santo en 2016, con ascenso de Segunda B a Segunda incluido, y tras la permanencia y play-off de la temporada pasada, habría quien no pediría más al equipo. Pero no. Quedarse en la cuneta de la promoción ante el Tenerife fue una pequeña gran decepción en la escalada hacia Primera.
De ahí que este año el objetivo no haya variado. Con unos pocos retoques en la plantilla lógicos en todo equipo durante el periodo veraniego, el compromiso sigue siendo el mismo con más ganas si cabe. Y de no haber sido por una creciente irregularidad este curso otro gallo cantaría. Como muestra de ello, las cinco jornadas consecutivas que los amarillos llevan sin saborear las mieles de la victoria, pese a la dulzura de hace tan solo unos días con un valioso empate en el Carranza ante el líder Sporting, 0-0.
Y tampoco será porque los números lejos de casa son de baja factura. Sin ser tampoco para tirar cohetes, lo cierto es que los de Álvaro Cervera han conseguido seis victorias, cuatro empates y siete derrotas en sus diecisiete compromisos como visitante. O lo que es lo mismo, veintidós puntos de cincuenta y uno posibles por medio de trece goles a favor y doce en contra. ¿El mensaje? Que el equipo sabe rentabilizar sus goles y defender bien.
Plantilla unida
Es ahí donde entra un vestuario comprometido, pero que en los últimos meses ha demostrado tener la pólvora mojada. En los cinco últimos partidos, racha que acumula el equipo sin ganar, tan solo se ha transformado dos goles en casa frente al Huesca (1-1) y en Vallecas (1-1) para rascar ambos empates. En los otros tres compromisos, el Cádiz terminó con su marcador a cero con el último precedente del Sporting. Insuficiente a todos ojos, claro.
Sí hay que decir algo en favor del equipo y es que en la actualidad se trata del que menos goles ha encajado en lo que va de Liga, tan solo veintiuno, y cuenta además con el Zamora de la categoría. Sporting y Osasuna, con veintinueve, quedan bastante lejos y todo apunta a Alberto Cifuentes como claro aspirante a terminar levantado el valorado premio a final de temporada.
Así las cosas, el Pucela tendrá que vigilar de cerca a un clásico como es David Barral, habitual punta de lanza del 4-2-3-1 con el que gusta jugar Álvaro Cervera y con cinco goles esta temporada, o una de las revelaciones de esta temporada con el Cádiz, Álvaro García, quien suma ocho muescas en su revólver volviendo locas a las defensas desde la banda izquierda.
Curiosidad del rival de esta jornada: Álvaro Cervera sigue a la caza y captura esta temporada de un nuevo ascenso del Cádiz, que sería el sexto a la máxima categoría en los 107 años de historia del club amarillo. El último de ellos fue en la temporada 2004/05, si bien se volvió a caer a Segunda en la temporada siguiente, la 2005/06.