Las respuestas de Lopetegui sobre Mata en Valladolid dejan clara la dificultad de la llamada. Ningún jugador del Pucela ha ido con ‘La Roja’ estando en Segunda

Cuentan las leyendas del fútbol que hace mucho tiempo un seleccionador español llamó a filas a un jugador de Segunda División. Han pasado muchas, muchas temporadas. Estamos en el año 2018. Toda ‘La Roja’ está ocupada por ‘primeras’, nombres de la élite del fútbol. ¿Toda? ¡No! Un pequeño reducto de irreductibles ‘segundones’ resiste y se lo pone difícil a Julen Lopetegui. O al menos lo intenta.
Sí, vale, la comparación de las aventuras de Astérix y Obélix no termina de encajar en la situación que vive a día de hoy Jaime Mata como jugador del Real Valladolid, pero sí se trata de un hecho que son muchas las bocas que han pedido al seleccionador que al menos tenga al delantero en sus plegarias para el próximo Mundial. Veintiséis goles no son moco de pavo, más si se tiene en cuenta que en Primera el máximo goleador español es un Iago Aspas con veinte dianas tras materializar la última ante el Barcelona este martes.
Llegados este punto es cuestión de ser realistas. La selección española no parece hecha para los jugadores de Segunda por muy buena temporada que realicen, por mucho que los seguidores del equipo en cuestión aclamen. Hay excepciones, claro. Y sino que se lo digan al celtiña Ángel, quien consiguió el hito con gracia de Luis Aragonés en 2007 cuando su equipo brillaba en color plata.
Hay más. El hispano danés Thomas Christiansen llego a ser convocado por Clemente en 1993 cuando ni había debutado en la máxima categoría. Salva Ballesta, en 2001, se puso la Roja en 2001 cuando perforaba redes rivales con el Atleti en Segunda. O, aunque no sea igual, Sergio García, fue llamado -y ganó- en la Eurocopa de 2008 cuando el Betis acababa de caer a Segunda esa misma temporada justo antes de viajar a Austria y Suiza.
Palabras alentadoras… pero vacías
Y es que bien claro lo dejó Lopetegui este lunes en Valladolid. “No suele ser fácil que vayan jugadores de Segunda, es incluso complicado que vayan de Primera”, pese a que luego suavizara el tema soltando que “algún jugador ya había ido” en estas circunstancias. La recurrencia es lógica, al menos en la capital del Pisuerga. Lo mismo se pidió para Joseba Llorente cuando este ni siquiera llegó a veinte goles en ninguna de sus tres temporadas con el Pucela entre 2005 y 2008, o con los veintinueve y veinte tantos de Guerra entre 2010 y 2012.
Pero no. Agua. La realidad es que son pocos los jugadores del Real Valladolid que han vestido la camiseta de la Selección, con permiso de Ricardo o de Víctor, si bien ninguno de ellos lo hizo mientras el club se encontraba un escalón por debajo de la máxima categoría nacional del fútbol. Vamos, que Mata ni siquiera tiene un referente en el que fijarse en este sentido en Pucela. Morollón, Minguela, Gabi Moya… todos ellos recibieron la llamada del ahorro en Zorrilla como ‘primeras’.
Da igual que el delantero madrileño ya se haya convertido con sus veintiséis goles en el cuarto mejor Zarra de Segunda (empatado con el Jorge Molina de la 2009/10 en Elche) desde que existe el premio en la temporada 2005/2006. Tampoco importa que tenga la vista puesta en el récord, en los treinta y dos de Rubén Castro en la 2014/15 con el Betis. La hazaña no es solo cuestión de goles, no es tan sencillo.
Y mientras, siguen pasando las jornadas y la competición internacional de Rusia está cada vez más cerca con muchas incógnitas en la lista de una selección española. ¿Lo único claro? Que esta no está hecha para ‘segundas’, por mucho que pese en Valladolid.