El entrenador del Real Valladolid reconoció que al equipo le costó aplicar sus premisas en la primera parte y lamentó que el fútbol no había sido «justo»
Sergio González no pudo culminar su debut en el banquillo del Real Valladolid con victoria, pues los suyos sucumbieron ante el Sporting de Gijón merced al tempranero tanto de Rubén.
El técnico catalán planteó un once inicial muy similar al utilizado por su predecesor, Luis César, aunque con matices distintos a la hora de entender el juego. «Vamos a intentar aplicar nuestra forma de ver el fútbol. Los jugadores quizás eran parecidos pero el estilo y la forma de intentar sacar la pelota desde atrás era distinta«, explicó.
Aún en proceso de adaptación, González reconoció que al Pucela le había costado poner en práctica esos nuevos matices. «En momentos puntuales sí he visto lo que quería de mi equipo pero en la primera parte nos ha costado mucho. Nos han generado dudas y nos ha costado asimilar los mecanismos pero hemos estado a la altura a la hora de dejarse el alma, competir y corres en los duelos uno contra uno«, valoró.
El barcelonés, contento con el desempeño de los blanquivioletas, comentó su decisión de no agotar los tres cambios. «Veía que el equipo estaba llegando bien. Hemos tenido las dos de Mata y hemos buscado centros al área, así que no veía la posibilidad del tercer cambio porque no creía que fuera a mejorar lo que estábamos haciendo».
Con todo, el resultado deja al Real Valladolid «jodido», ya que se trataba de un choque vital «para dar un salto de calidad, sobre todo a nivel clasificatorio». «El equipo se ha vaciado, se ha dejado el alma y no puedo reprochar nada. Los puntos se han ido pero el fútbol no ha sido todo lo justo que debería por el esfuerzo y las ocasiones que ha habido», lamentó.
Sergio González también habló sobre la jugada del penalti no pitado por mano de Barba tras el disparo de Gianniotas. «Está claro que le da en la mano pero a partir de ahí el árbitro decide lo que tiene que pitar. Además, aunque no lo parezca, la acción del gol puede ser fuera de juego. No podemos caer en eso aunque da rabia. El resultado es el que es: hemos tenido un par de ocasiones para no irnos con la derrota pero el fútbol tiene estas cosas».
Perdida la primera batalla, el técnico agradeció el apoyo de la afición y confía en mejorar de cara a lo que resta de competición. «Nuestra afición a igualado a una hinchada tan fuerte como la del Sporting, lo ha dado todo y nos hemos sentido protegidos por ella. Hemos venido para hacer un campeonato de ocho jornadas: hemos perdido el primer partido pero nos quedan 21 puntos y vamos a intentar sacar lo máximo posible«, aseguró.
Así, su receta para ese tramo final pasa por «competir cada partido, salir con la cabeza alta y que los aficionados vean que el equipo compite». «El resultado no depende de nosotros pero, si competimos, siempre podemos estar más cerca de ganar«, sentenció.