Hervías y Mata se acordaron en zona mixta de Pelayo, futbolista del Albacete, y de la pequeña Nayara. También habló Kiko Olivas, que fue expulsado por doble amarilla

Un gol al Reus y más tres en el marcador. Ese podría ser un titular express de un partido que resolvió una vez más un gol de Jaime Mata y ya van veintiséis. El propio delantero definió el choque como «muy trabado y parado» en el que ninguno de los dos contrincantes «ha expuesto mucho», pero como diría aquel y el pichichi de Segunda reafirmó «así también vale ganar».
Precisamente, el ‘9’ blanquivioleta aprovechó su comparecencia para dedicar este triunfo a la pequeña Nayara, fallecida hace unas semanas y que participó en ‘El mejor once de la historia’. «Quería hacer mención especial a Nayara y esta victoria va para ella», apuntó.
En el desarrollo del encuentro, Mata explicó que el Real Valladolid sí jugó en ocasiones «al otro fútbol» que tildó de «necesario» en ciertos momentos, sobre todo cuando los jugadores «necesitan oxígeno» o parar el partido. Bien lo sabe él, que tiene constantemente un defensa sobre él y lo nota. «Se nota que los defensas están más encima, intentan apretar más, pero es lógico porque estoy teniendo suerte de meterla y ellos lo intentan controlar», argumentó.
Ahora solo vale empezar a ganar fuera de casa si es que el verdadero objetivo es el play-off. «A Tarragona hay que ir a ganar porque es el toque de calidad que es lo que nos falta para tener luego cierto margen. Nuestra intención siempre es ir a ganar a cualquier sitio», subrayó el pichichi.
En la misma línea siguió su discurso Pablo Hervías. El riojano aseguró que el partido de la semana que viene frente al Nàstic será «complicado» porque ellos «se están jugando la vida», pero al Real Valladolid le «toca sumar tres puntos para afrontar la recta final». Al igual que Mata, el extremo se mostró «contento» por esta victoria que les acerca al «objetivo» y apuesta por «encadenar dos o tres triunfos para ponerse en los más alto».
A Pablo Hervías le tocó esta vez sumar desde el banquillo y aportar sobre el campo en los últimos minutos. Cuando salió, la consigna era clara: «Trabajo defensivo y velocidad en las contras». El propio jugador lo reconoció ante los micrófonos, sabían lo que iba a pasar después del gol temprenero de Mata, por eso tocaba «apretar los machos, sufrir, defender y aguantar el marcador». Un partido complicado para el logroñés, puesto que es muy amigo de Pelayo, jugador del Albacete que este sábado se cayó desde una ventana del hotel donde estaba concentrado. «La victoria se la dedico a él porque es una gran persona, la cabeza la tenía aquí, pero también en el hospital de Zaragoza donde está ingresado», expresó.
Una «exagerada» segunda amarilla
Kiko Olivas no solo fue protagonista en la sala de prensa, también lo fue en el césped. El central fue expulsado por doble tarjeta amarilla, la última por una mano que según el propio jugador es involuntaria. «Lekis me ha dado en la mano, no la puedo quitar. Vale que pite falta, pero una segunda amarilla y tarjeta roja es muy exagerada«, lamentó, a la vez que reconoció que la primera cartulina sí es «clara».
Su marcha precipitada dejó al equipo con diez y aseguró que antes y después de eso sus compañeros se han «matado a correr» para asegurar una victoria que era «muy importante». Tal y como aseguraron Hervías y Mata se antoja necesaria otra «el próximo fin de semana» para poder ascender en «la clasificación». Olivas no estará en Tarragona, pero se mostró convencido de que «juegue quien juegue, lo puede hacer igual de bien que cualquier otro compañero».
Una vez más, el Real Valladolid volvió a dejar la portería a cero, algo que se ha mejorado en esta segunda vuelta y que cree que ese aspecto dará muchos triunfos, independientemente de quien esté enfrente, porque en Segunda División no se pueden mirar «nombres sino equipos».