El capitán del Real Valladolid explica que el fallo del penalti y la expulsión fueron determinantes, pero que en esos treinta minutos sucedieron más cosas que pudieron cambiar el resultado final

Javi Moyano fue uno de los protagonistas del Real Valladolid en la derrota de este domingo frente al Córdoba. El capitán blanquivioleta anotó su primer tanto en la categoría de plata, pero, lamentablemente, su gol fue inútil para el equipo. “Son situaciones que nos tenemos que hacer mirar”, dijo sobre la remontada blanquiverde.
“Para nosotros fue un palo duro por como se desarrolló el partido. Aún estamos tratando de asimilar, suceden muchas cosas en muy poco tiempo. Pasas de poder finiquitar el encuentro con el penalti a hacerles creer que pueden remontar el partido con uno más en el campo y con media hora por jugar”, señaló. Autocrítico, Moyano aseveró que un equipo que quiere ascender a Primera “no puede cometer este tipo de errores”.
Los villanos de la historia, Gianniotas por fallar el penalti y Luismi por la roja directa que vio apenas treinta segundos después del fallo del primero, están afectados, pero sobre todo el centrocampista. “Luismi está muy fastidiado. Él ha visto y ha analizado la jugada. Dentro del campo tiene una sensación de que el contragolpe puede ser peligroso. Primero intenta agarrar y luego dice que no quiere dar una patada tan grosera, que lo que intenta es trabarlo, pero la acción cambia de ritmo y la patada es más escandalosa”, declaraba Moyano.
El capitán entiende que la falta no era tan necesaria porque “el equipo estaba bien colocado”. Tras la roja directa, ahora solo cabe esperar la sanción, que puede apartar a Luismi varias jornadas del terreno de juego. “Espero que sea la menor posible. Es un jugador noble que en un momento determinado ha cometido esta acción” comentó el capitán.
No obstante, dio a entender que la culpa de la derrota no está solo en ese penalti y esa expulsión, porque en los últimos treinta minutos “pasaron muchas más cosas”. “Recuerdo una acción de Giannis que deja casi solo a Chris Ramos, que yerra en el control y hubiese sido el 0-2, tenemos otra de Chris que tiene pase fácil a Óscar y no le ve, una acción mía que supondría la segunda tarjeta para Edu Ramos porque me agarra… Pasaron cosas tanto arriba como abajo y, quizá, todo lo que sucede en esa media hora vaya en contra nuestra por demérito nuestro y por mérito del rival”, argumentó.
“A mí, desde dentro, me da la sensación de que en cada jugada intentamos un poco salvar los muebles porque ellos acumulaban muchos hombres arriba, enseguida enviaban el balón a banda y centraban casi desde cualquier posición. Luego ves los goles y son acciones que son relativamente defendibles en el sentido que son dos remates en el área chica y a balones rasos”, explicó Moyano sobre el sentir del equipo.
Lo que queda claro una semana más es que el Real Valladolid tiene dos marchas. En casa es fiable, mientras que fuera el equipo se muestra blando. Moyano no se puede explicar por qué sucede esto ya que, tal y como ha señalado, el trabajo y la intensidad es la misma de local que de visitante. Achaca los malos resultados a “momentos puntuales” y a que el equipo hay veces que no sabe manejar “los tempos del partido”. Sin embargo admitió que el penalti y la expulsión fueron dos sucesos determinantes en el partido. “No hay que poner paños calientes, el haber ganado nos hubiese dado la posibilidad de pensar de manera inmediata de poder pensar en luchar por incluso la plaza de ascenso directo”, admitió.
Las miradas críticas vuelven a ponerse sobre Luis César. El capitán no considera que sea justo porque “la situación no es extrema”. “Si ganamos al Rayo casi seguro que nos podemos meter entre los seis primeros y la próxima semana quizá podamos pensar en otra cosa. No creo si quiera lo estén pensando, sigue en nuestras manos. Tenemos que seguir igual en casa y dar un poco más fuera”, declaró.
Finalmente, Javi Moyano, que ya lleva tres temporadas vistiendo la elástica blanquivioleta, señaló que la situación actual es similar a la de otros años, aunque en esta ocasión pinta mejor. “Nos pasó en Miranda en mi primer año, la temporada pasada nos vuelve a suceder en Miranda y en Reus y nos pasa ahora, con la diferencia de que nos quedan catorce partidos por delante, que la distancia no es insalvable, que nos vamos a enfrentar en casa a todos los equipos de arriba excepto al Oviedo y que creo sinceramente que estamos en buena posición para entrar y para pensar que las cosas pueden salir bien de aquí a final de temporada”, concluyó el lateral diestro.