El entrenador del Real Valladolid B destacó el trabajo de su equipo y mostró su desacuerdo con las decisiones arbitrales tras la victoria ante el Fabril

El triunfo del Real Valladolid B frente al Deportivo Fabril fue «muy, muy importante», en palabras de su entrenador, Miguel Rivera. Y es que la permanencia no será sencilla, ya que los rivales no le dan tregua.
Pero también importante porque al Promesas no le están acompañando las lesiones. «Nos seguimos rebelando contra tanta dificultad. En el calentamiento, a Antonio [Domínguez] se le pinzó al espalda», explicó. Por ello, agradeció el trabajo de los doctores Sergio y César para «ponerle operativo en diez minutos». A ello hay que añadir el contratiempo de Apa, quien tuvo que ser sustituido al poco de empezar el encuentro.
Mario Robles abrió el marcador con un buen cabezazo tras un saque de esquina, algo que no fue fortuito. «Ha salido muy bien la estrategia que teníamos al segundo palo, que sabíamos que era la zona un poco más débil», reconoció el técnico. Pero, a partir de ahí, el camino no fue precisamente de rosas. «Cuando parecía que todo iba bien, llegó un desajuste entre Sali y Mario que costó la expulsión de este», dijo.
Tuvo que aparecer Luis Suárez para inventarse «un gol increíble, de habilidad y calidad«. Rivera destacó que «todo el equipo estuvo trabajando» con el 2-0. «Después tuvimos la duda de si sacar a Mayoral o no porque le falta todavía oxígeno», comentó. Finalmente, el abulense sí entró al partido y ayudó a mantener el 2-1.
«Lo importante es que hemos sacado tres puntos, que seguimos vivos y que estamos cerca de la salvación. Nos dan todas las opciones del mundo», aseguró. Además, es una victoria que les transmite «seguridad y confianza» ante un duro contrincante, como el filial del Dépor: «¡Qué rival! Va tercero y somos capaces de superarlo».
Por otro lado, y a pesar de la victoria, el entrenador blanquivioleta mostró su desacuerdo con la actuación arbitral. «Ha habido una cesión excesivamente clara y otras muchas más cosas. Le dije que no le comprendía. Puedo entender la roja, pero ellos se han ido inmaculados«, explicó.
Tras responder a las preguntas de los periodistas a pie de campo, Rivera quiso dedicar unas palabras a una chica que la semana pasada les mandó «un mensaje precioso«: «Se llama Susana, es pucelana, vecina mía, vende cupones de la ONCE, va en su sillita… Es una tipa extraordinaria y grandísima. Estos tres puntos van para ti porque el otro día nos diste un empuje muy importante. Quizá mi rabia fue por no haberlos conseguido para dedicarte la victoria».