El central del Real Valladolid de División de Honor tuvo que ser sustituido contra el Atlético de Madrid por un golpe en la cara
Este pasado domingo no fue el mejor día para el Real Valladolid. Aunque afrontaba el partido contra el Atlético de Madrid con toda la ilusión del mundo, el sueño se convirtió en poco menos que una pesadilla por mor de la goleada recibida y del susto que dio David Gómez, que tuvo que ser sustituido con un fuerte golpe en la cara tras un choque con un rival, que le provocó fuertes mareos y que fuera evacuado en ambulancia al Hospital Puerta de Hierro para descartar males mayores.
Y por suerte así fue. Después de varias horas de análisis, durante las cuales se le realizó el preceptivo TAC, en el que se le detectó un traumatismo craneoencefálico leve que no requirió de ingreso, y que le permitió volver en el mismo autobús con sus compañeros (eso sí, haciéndoles esperar a la puerta del hospital). El impacto además, le produjo una fuerte hinchazón en el labio, aunque no presentó fractura alguna o problemas de mayor gravedad que vayan a provocar una ausencia prolongada.
Los galenos del mismo centro médico le aconsejaron descanso, por lo menos esta semana, en la que el Real Valladolid se enfrentará a la UD Santa Marta. Como suele suceder con este tipo de golpes, lo normal es que guarde ese reposo por precaución, a pesar de lo que pueda sugerir su carácter aguerrido. Con todo, recibido el alta, todo el mundo respiró tranquilo, ya que su estado de salud suscitó preocupación también en el Atlético de Madrid, cuyo cuerpo técnico y servicios médicos se interesaron por él desde el primer momento.
Todo ello sucedió en el que era su tercer partido consecutivo como titular, propiciado por la escasez de efectivos con la cuenta el entrenador blanquivioleta, Víctor Fernández. Juvenil de primer año, arrancó la temporada en el conjunto de Liga Nacional, llegando a marcar con este nada menos que seis goles en las diez primeras jornadas. Fueron a balón parado, arte en la que es ducho en las dos áreas, y en la que ya destacó en su anterior club, el CD Arces, en su época cadete: compitió los dos años a nivel regional y en ambos fue pieza importante para la salvación de su equipo, también, haciendo goles.
Volviendo a su situación en División de Honor, en lo que va de curso ha disputado cinco encuentros, dos como refresco y tres de inicio. Una vez se recupere de este contratiempo y a pesar de él, a buen seguro no serán los últimos, a tenor de la problemática referida sobre el número de defensas y también, y sobre todo, al buen trabajo que venía realizando junto a Óscar de Frutos en el centro de la zaga de un Real Valladolid con el que querrá seguir aspirando a terminar la campaña lo más arriba que sea posible.