Hasta seis jugadores han causado baja en las filas blanquivioletas en este período, por las cinco altas que se han producido
El Real Valladolid afrontará lo que le resta de temporada con dos jugadores menos que al principio de la misma. Esta es una de las conclusiones que se pueden extraer una vez ha finalizado el mercado invernal, toda vez que nos ciñamos a las fichas profesionales del equipo.
El apartado de bajas ha sido realmente numeroso e, incluso, podía haber sido mayor. Luis César comenzó la temporada ensalzando la longitud de su plantilla, defendiendo que esto era un bien para el club, para acabar diciendo que el aire fresco y una plantilla menos extensa son positivas para el conjunto. De esta forma, podemos comprender cómo el mercado de fichajes de enero se ha cerrado para el Real Valladolid con más bajas que altas, pese a las evidentes deficiencias que presenta una plantilla llamada, a principio de temporada, a estar más arriba.
Si de la bandeja de salida hablamos, el correo con destino León de Miguel Ángel Gómez ha estado bastante activo. Hasta tres futbolistas han recalado allí provenientes de Valladolid. El primero en hacerlo fue Sergio Marcos, en calidad de cedido y en una operación bastante lógica si tenemos en cuenta los pocos minutos con los que aquí contaba. Por allí, ya se ha estrenado como goleador, algo que no pudo hacer aquí en treinta encuentros.
El segundo en llegar al club que será rival del Real Valladolid este sábado fue Ángel. El lateral izquierdo buscará, cerca de Rubén de la Barrera, la confianza que aquí no ha tenido o no ha sabido ganarse, ya que en una fase de la temporada fue titular por delante de Nacho. Y lo hará, en legitima propiedad leonesa, pues su operación se cerró como un traspaso y no una cesión.
Iban Salvador ha sido el último en hacer las maletas para jugar en el Reino de León. El caso del salvadoreño es más extraño aún si cabe, pues fue indiscutible a principio de temporada. Sin embargo, su rendimiento fue cayendo al mismo ritmo que sus minutos, hasta el punto de no ser convocado. El conjunto blanquivioleta ejercerá, en su caso, la cláusula del miedo, por la que el delantero no podrá jugar contra su ya exequipo.
También se ha marchado Sulayman Marreh. El espigado mediocentro puso rumbo Almería tras no llegar a debutar en liga. Nada sorprendente conociendo que venía como esquirla de las operaciones con Pozzo. Aquí, ha llegado a actuar también como central en Copa del Rey.
Otro jugador que ha dicho adiós a la elástica blanquivioleta ha sido Asier Villalibre. El delantero vasco termina así una cesión infructuosa a orillas del Pisuerga para buscar mejor suerte en el Lorca. Como en el caso de Ibán Salvador, su presencia en el equipo ha ido de más a menos, y en las últimas fechas, Chris Ramos le adelantó en la lucha por ser el sustituto del agraciado Juan Mata.
La última salida la protagonizaba Alberto Guitián casi a última hora. El central volverá a Gijón, la que fue su casa, y lo hará en calidad de cedido. El cántabro fue el año pasado junto a Álex Pérez una de las parejas más solventes del equipo, y lo podrá volver a ser en la ciudad asturiana, ya que allí se reencontrará con el central madrileño, quien es titular en el equipo rojiblanco.
Los fichajes
Las llegadas han sido menos y se han producido, sobre todo, en la parte ofensiva del equipo. Un dato sorprendente este si tenemos en cuenta que los problemas del Real Valladolid surgen de ser el cuarto equipo más goleado y no, obviamente, de ser el más goleador.
La primera incorporación, como adelantó esta web, fue la de Chris Ramos. Un potencial delantero centro que poco ha tardado en tener sus minutos e, incluso, ser titular en el último partido de liga frente al Tenerife ante la baja por sanción de Jaime Mata. Su inexperiencia, quizás, sea su principal hándicap, pero es una apuesta en propiedad y de futuro.
El refuerzo más sonado del Real Valladolid ha sido, muy probablemente, el del jugador menos conocido de todos los que ha incorporada el equipo blanquivioleta esta temporada. Se trata del saudí Al-Mousa, un mediocentro que tendrá que demostrar a Luis César su valía y a la opinión pública que es más que una mera moneda de cambio de inversión financiera. Llega en calidad de cedido desde la liga de su país.
Si una posición debía ser reforzada era, sin duda, el lateral izquierdo, más si cabe con la salida de Ángel. Javi Moyano ha venido siendo el jugador elegido por Sampedro para ocupar esa demarcación en las últimas jornadas, por delante de un Nacho que parece no ser del agrado del míster gallego. Para hacer competencia a ellos dos y cerrar la sangrante herido del costado zurdo blanquivioleta ha llegado Borja Herrera. Este lateral reconvertido llega en calidad de cedido desde la UD Las Palmas y con poca experiencia profesional, perfil que parece repetirse en las incorporaciones blanquivioletas.
Quien rompe este molde es Javi Ontiveros. Con más de treinta partidos disputados en Primera División y dos goles, este jugador de tres cuartos de campo viene a dar un salto de calidad a la plantilla blanquivioleta. El marbellí llega cedido por el Málaga, ya que este año no ha contado demasiado para Míchel. Un carácter, el suyo, que se presume difícil, en un jugador de veinte años cuya calidad es indudable.
Por último, y como no podía ser de otra manera, el Real Valladolid cerró su particular mercado invernal con la incorporación de Antonio Martínez, delantero del West Ham que recala en Zorrilla en calidad de cedido. Tras formarse en las categorías inferiores del Valencia, este delantero centro llegó a Inglaterra, donde en la liga de reservas ha anotado nueve goles esta temporada.
En definitiva, un mercado de fichajes que ha dejado al Real Valladolid con dos jugadores menos. Y pudieron ser más si, finalmente, algún club hubiera depositado la cláusula de rescisión de Mata o Míchel hubiera concretado algún destino donde gozar de mayor protagonismo.