El guardameta del filial, fichado en el pasado mercado invernal, ha llegado a un acuerdo con el club para separar sus caminos

El mercado de fichajes siempre se reserva sorpresas para todos los equipos y este año el Real Valladolid está viviéndolas todas. Desde el no fichaje de Alfredo Ortuño, las cosas parecían calmadas en el oficinas del José Zorrilla hasta el mediodía de este miércoles, cuando se anunció que el portero del filial Tanis Marcellán se marcha de la entidad tras llegar a un acuerdo para rescindir el contrato que unía ambas partes.
El meta, que llegó el pasado mercado de invierno para el Promesas, alternó la competición con el filial y los entrenamientos con el primer equipo desde su fichaje. Su buen rendimiento en la portería del Promesas le hizo valedor de asistir a la pretemporada con el primer equipo, renovar su contrato por una temporada e incluso la posibilidad de ampliarlo hasta 2020.
Esta temporada, tras el fichaje de Guille Lara y sobre todo el de Miguel Rivera, el donostiarra no ha gozado de la vitola de titular indiscutible que se suponía, pero los resultados invitaban a buscar soluciones con el fin de encontrar la manera de revertir la mala situación que atravesaba el filial, lo que llevó a la alternancia en la puerta con Rivera como ocupante del banquillo.
Tanto es así que en el último encuentro contra el Rayo Majadahonda fue Lara quien ocupó la portería, y no Tanis. Ante la falta de continuidad, a pesar de ser el tercer portero del Real Valladolid, ha sido el cancerbero quien ha buscado una salida de aquel contrato sellado en verano, puede que precipitada también por el interés de la UD Melilla, con la cual podría firmar en las próximas fechas.
El Pucela –que no ha puesto demasiados impedimentos a su salida– debe buscar ahora un sustituto para suplir la baja de Tanis Marcellán y que compita con Guille Lara por el puesto de titular. Entre los candidatos, una opción plausible es Javier Rabanillo, portero titular del Caudal Deportivo, colista del Grupo II de Segunda División B.
El meta de veintidós años y de 1’86 metros de estatura llegó al club asturiano a prueba en verano y no tardó en ganarse la confianza de Paco Fernández primero y de Jesús Uribe después, a pesar de no disputar las dos primeras jornadas de la liga. A partir de entonces ha jugado dieciocho partidos y ha encajado veintitrés goles. No obstante, es una de las varias opciones, por lo que habrá que esperar el desarrollo de acontecimientos para ver quién sustituye al portero (de gran potencial) que se marcha, que llegó a ser tenido en cuenta como posible opción para sustituir a un Becerra que todavía podría salir.