Análisis del próximo rival del Real Valladolid

Ganar, ganar y ganar. Y después, volver a ganar. Es una necesidad, una obligación. Al Real Valladolid no le queda otra alternativa después del último tropiezo en Pamplona. Una metedura de pata más podría ser el paso definitivo hacia el precipicio, ese que separa un posible ascenso de la llamada tierra de nadie en la clasificación.
El problema es que los blanquivioletas no lo tienen fácil en su próximo envite. Para empezar, porque una vez más toca coger el autobús para jugar lejos de Zorrilla. Y para seguir, porque el rival que espera enfrente, el Barcelona B, no está por la labor de dejar marchar los tres puntos tan fácilmente. El choque de este sábado, sin duda, es un nuevo match ball para el Pucela.
Sumar o sumar
Quién lo diría hace ya cinco meses, en aquella primera jornada de Liga en la que el filial blaugrana consiguió doblegar al Valladolid en Zorrilla por 1-2. Aquel equipo, sin ser un deje de brillantez, sí mostró maneras para la Liga que alzaba el telón. Es decir, presentaba sus credenciales para no sufrir este año después del ascenso cosechado el pasado mes de junio desde Segunda B, pero nada más lejos de la realidad. El conjunto blaugrana ocupa actualmente la decimonovena casilla de la clasificación, convirtiéndose así en el primer ocupante de una plaza de descenso.
Los veintiún puntos que lucen en el marcador blaugrana son así insuficientes para dar caza al siguiente contendiente por evitar la caída a los infiernos, la Cultural Leonesa, con veintitrés. Sobra decir que para los de Gerard López el partido es también una oportunidad de oro para arrancar una escalada que se resiste. Y es que las cosas no van demasiado bien por el Mini Estadi últimamente. Pese al meritorio punto de hace unos días en Zaragoza (1-1), los blaugranas llevan tres jornadas sin conocer la victoria.
Es evidente que la condición de filial en Segunda División plantea diferentes escenarios para este Barcelona B, empezando por la principal necesidad de formar jugadores con el objetivo de que algún día acaben llegando al primer equipo. Precisamente en los últimos años se está criticando al club por estar dando lo que se considera un golpe de timón para incorporar jugadores a la plantilla del ‘B’, llegando ya formados de otros equipos. ¿El mejor ejemplo? El propio Jose, que por primera vez desde su marcha podría enfrentarse al conjunto de sus amores.
La cuestión es que, efectivamente, la situación de un equipo cantera en la categoría supone una condición especial, que lógicamente supone presión por salvar la categoría pero en otro orden de prioridades. Ser el equipo filial de un grande como el Barcelona trae muchas consecuencias devastadoras detrás, empezando por la presión mediática y siguiendo por las ventajas de contar con un gran respaldo económico detrás. Sea como sea, lo que es evidente es que la situación no es cómoda para los blaugranas.
Jugadores de quilates
¿A qué juega este Barcelona, qué es lo que tiene entre sus filas? Más allá del ya mencionado Jose, una de las revelaciones del club y quien precisamente debutó hace tan solo unos días con el primer equipo en Liga, Gerard sí tiene más o menos definido su once favorito con algunas salvedades, pero casi siempre con Carles Aleñá y el ‘Choco’ Lozano arriba, quienes ya suman seis y cuatro dianas respectivamente.
Luis César tendrá mucho trabajo en el sentido táctico para este encuentro, ya que Gerard trabaja con el clásico 4-3-3 que repliega a toda velocidad una vez se pierde el control del balón. Una formación que permite, o al menos busca con mejor o peor resultado en este caso, mantener la posesión y hacerse fuerte ofensivamente por las bandas con interiores que pisan a placer el área en vez de buscar los centros. El habitual de la derecha, cómo no, es el propio Jose.
Importante tener en cuenta también que este Barcelona B no es precisamente un experto en el Mini Estadi, donde deja escapar puntos bastante a menudo. De hecho los blaugranas son de los peores locales de la categoría, con apenas doce puntos de treinta posibles en base a tres victorias, tres empates y cuatro derrotas. Ello, sumado a que la capacidad goleadora no es especialmente efectiva con veintidós dianas en veintiún encuentros allana un poco más el paso blanquivioleta.
Curiosidad del rival de esta jornada: El Real Valladolid tiene el honor a día de hoy de haber endosado la goleada más escandalosa que ha recibido el Barcelona B a domicilio en Segunda División. Y no hay que remontarse muy atrás. Bien recordarán algunos aquel 7-0 en Zorrilla en la temporada 2014/15, un partido que justo sirvió para alcanzar el parón navideño con buen sabor de boca.