Tras año y medio en el banquillo naranja, abandona su cargo junto al resto de su equipo de trabajo
Foto: Jesús Domínguez
El CD Parquesol ha confirmado a este portal la salida de su ya exentrenador del equipo Femenino Nacional, Óscar González. Tras año y medio, abandona el club motivado por las desavenencias entre él y la directiva, sobre todo en estas últimas semanas. El técnico notificó este pasado domingo a las chicas que era su último encuentro en el banquillo naranja, y si bien la plantilla trató de reconducir la situación con las dos partes, no tuvo éxito.
González llegó al banquillo del CD Parquesol en abril de 2016, cuando la plantilla pasaba por un momento muy delicado en manos de Alberto Pérez, ya que luchaban por salvar la categoría. Aun así, logró el reto de eludir el descenso y enderezó al equipo para la siguiente temporada: la única que completó en el conjunto vallisoletano.
En esa nueva campaña, la 2016/17, el principal objetivo era el mismo: no descender. Pero una vez fueron pasando los encuentros, se fueron percataron de que la plantilla daba para mucho más. Por ello, se instalaron en el “partido a partido” hasta las últimas jornadas, con unos resultados, sobre todo en la primera vuelta, que hacía presagiar un gran final de año.
Entre sus mayores gestas, la victoria frente al Tacón –equipo que acabaría segundo– y el hito de igualar al Ponferrada como equipo que realizó la mejor primera vuelta, en cuanto a puntos, en Castilla y León. Pero el sueño de alcanzar a las tres de arriba se iba alejando a medida que las chicas de González se dejaban puntos en la segunda vuelta en campos asequibles.
Y con ello, el Parquesol se asentó en una cuarta plaza que defendió con uñas y dientes hasta final de temporada. Óscar González consiguió en menos de un año convertir a un equipo que luchaba por evitar el descenso en uno que aspiraba a ganar a cualquiera.
Esa fue uno de sus mayores gestas en el club, en el que será recordado por llevar al primer equipo femenino a ser ‘el primero de la otra liga’ en un grupo tan exigente como es el Grupo V, que tiene a todos los clubes madrileños, pero también por su estilo de juego. Siempre con la vista puesta en el balón, en el juego de toque, pero también en esa picardía que hasta el último día intentó inculcar al equipo, muchas veces sin suerte. Aun así, logró unir al vestuario y contagiarle su modo de ver el fútbol, hasta llegar a esos magníficos resultados que le llevaron al éxito.
Cumplido este ciclo, por ahora se desconoce –al menos públicamente– quién será su sustituto, aunque es sabido que el encargado de hacerse con las riendas del equipo tendrá que restañar la moral de una plantilla afectada por la marcha del técnico. Después de no hacerlo el martes, este jueves deberá volver a entrenar ya con la vista puesta en el encuentro del domingo contra el Dinamo Guadalajara.