Análisis del próximo rival del Real Valladolid

Se aprieta, se aprieta cada vez más como las tuercas de un submarino. No vale perder, no vale siquiera empatar. La parte alta de la tabla en Segunda División no puede estar más emocionante, más entretenida. Ocho equipos, del primero al octavo, con apenas dos puntos de diferencia entre el primero y el último. Una victoria es clave, un tropiezo puede resultar fatal. Y en esta terrible contienda, un Real Valladolid que pulula séptimo y con ganas de dar un buen salto.
Pero del dicho al hecho, hay un trecho. Esta semana toca volver a buscarse las habichuelas lejos de Zorrilla, donde sobra decir que los blanquivioletas cuentan con bastantes menos credenciales esta temporada. Los números lo dejan bien claro. El Reus espera en el Camp Nou Municipal con el mismo objetivo: llevarse tres puntos fundamentales al zurrón.
Meta marcada
Y como medida más de presión para el Pucela, resulta que el conjunto catalán descansa en la décima posición de la clasificación con quince puntos. Es decir, que con una victoria local este domingo todo se comprimiría aún más y, para qué negarlo, los vallisoletanos se pondrían en un apuro. El Reus está mostrándose por el momento, como un conjunto algo irregular pero cumplidor, como bien indica su situación actual.
Un empate en casa, otro fuera, una sorprendente derrota en casa ante el Rayo hace dos semanas (0-2), de repente un triunfo como foráneo a domicilio en Almería (0-1) la semana pasada… Este Reus es una caja de sorpresas dispuesta a conseguir otra permanencia a base de esfuerzo y tesón como el año pasado, en lo que fue la primera temporada del conjunto catalán en Segunda División. Sabiendo que la categoría está tan igualada todo pasa por asegurarse primero la tranquilidad, y luego ya se verá. Paso a paso.
Por el momento los de Aritz López Garay, entrenador más joven de la categoría con apenas 36 años, están cumpliendo el expediente. A cuatro puntos de la línea de la caída a los infiernos de Segunda B, el lunar del conjunto Ganxet están resultando los empates, esa falta de capacidad de rematar el encuentro. Hasta seis de los once encuentros jugados por el momento han concluido con tablas en el marcador.
Con uno de los presupuestos más humildes de la categoría, el Reus ha tirado de poca chequera en este mercado veraniego y, en el momento de hacerlo, lo ha hecho pensando más en el producto local o cercano hasta el punto de que tan solo el delantero Lekic aparece como figura exótica en un vestuario compuesto solo de españoles o portugueses. Una mezcla perfecta para que López Garay haya conseguido crear ese buen rollo necesario para la buena marcha del equipo.
Hombres de vestuario
¿Pero y quién lleva el peso de este Reus esta temporada? ¿Quién es el jefe, quién se encarga de hacer los goles? Hay un poco de todo. Con siete goles a favor y nueve en contra, sobra decir que los choques del Reus no son pródigos en celebraciones de cara a la portería y una de las principales armas de los catalanes se basa en una sólida defensa. La cosa se acentúa y se vuelve más considerable en casa, donde en cinco partidos solo se han visto tres goles a favor y cuatro en contra.
Llama la atención en este sentido ver que, con el habitual 4-1-4-1 que suele emplear el entrenador vasco jornada tras jornada, destaca solo un centrocampista de contención ejerciendo de pivote como es Tito, a día de hoy incuestionable en el puesto. Uno de los ‘capos’ del Reus y auténtico dueño y señor del vestuario con tan solo dos temporadas en el equipo. El poco gol llega de la mano de Luís Gustavo, que si bien es cierto que es el pichichi local, tan solo suma tres muescas en su revólver por el momento. Le queda mucho campo por delante en este sentido al conjunto catalán.
Así las cosas, será un partido de alta tensión el que se viva este domingo en el Camp Nou Municipal, de esos partidos trampa que el Pucela debe superar si quiere dar un golpe sobre la mesa para declararse como claro candidato al ascenso directo. El Reus no pondrá las cosas tan fáciles, eso por descontado.
Curiosidad del rival de esta jornada: Poca, muy poca experiencia tiene el Reus en Segunda División. Y es que si la temporada pasada vivía su primera aventura en la categoría, hace tan solo siete años y medio, en junio de 2010, los catalanes conseguían el ascenso a Segunda B. Todo un hito haber conseguido escalar tanto en tan poco tiempo.