El tanto del jugador del Rápido de Bouzas enmudece un campo que ya saboreaba tres puntos que el Real Valladolid Promesas merecía

No hay sonido más doloroso para los oídos que el sonido abrupto del silencio, ese que sucede a un portazo, o a un tortazo, o a un gol; ni siquiera a un golazo. Suele suceder por inesperado, como lo fue el tanto de David que silenció Los Anexos este domingo.
El atacante del Rápido de Bouzas puso fin a una ilusión, la del primer –y merecido– triunfo del Real Valladolid Promesas, que venía de cuajar el mejor partido de la temporada y vio, así, como hacerlo bien no era suficiente. Las crónicas debían hablar de justicia en la victoria, de que Miguel Rivera lo ha conseguido, de que el filial ha despegado, pero un error grave, una pérdida de balón de Miguel Marí cuando los blanquivioletas salían con él jugado, provocó una rápida acción que culminó el atacante boucense.
Fue un mazazo, porque los de Rivera habían sido superiores, mucho, por lo menos en la primera parte. Generaron un buen número de oportunidades, pero se dieron de bruces con un Brais Pereiro descomunal, que salvó en varias ocasiones a los gallegos. Sobre todo lo sufrió Luis Suárez, que capitalizó las jugadas más peligrosas.
Dispuso de tres claras antes del descanso, en las que demostró un hambre voraz y una gran técnica, sobre todo en la segunda, en la que interceptó el esférico en la frontal y con un precioso gesto previo a una buena definición, la primera en la que Brais evitó el gol. Hizo lo mismo al borde del pitido que llevó a vestuarios, a un entretiempo en el que la sensación clara era de superioridad del Real Valladolid B.
Hablaban de esto no solo las oportunidades, sino también el juego alegre ma non troppo, en una puesta en escena semejante en cuanto al dibujo a la del estreno del técnico en Ponferrada. El 4-2-3-1 no era del todo claro por la volatilidad entre líneas de un Javi Pérez obligado al repliegue sin balón hasta convertirse en interior, y a lo asimétrico de los extremos por la posición de Miguel, muchas veces falso extremo, pero más conectado que otras veces que actuó ahí.
Mientras, el Rápido de Bouzas apenas salió de su campo hasta el segundo tiempo, en el que la entrada de Pedro García reajustó la disposición defensiva y provocó más imprecisiones en las filas rivales. Así, los gallegos discutieron más la posesión, aunque sin llegar a disponer de ocasiones más allá de un tímido tiro de Caba desde la frontal a las manos de Guille Lara.
En el lado contrario, aunque con menor frecuencia, siguieron las ocasiones. Javi Pérez tuvo una en un testarazo picado que se marchó por encima del larguero, Brais hizo otro paradón, esta vez a Mayoral, e incluso el balón atravesó la línea en una acción que no se supo por qué fue invalidada. Hasta que en el minuto 73 el recién incorporado Alvarado atravesó las dos primeras líneas y sirvió para que Luis Suárez, tras un buen movimiento de ruptura y definición, marcaba el uno a cero.
Era lo justo, decía la grada. Era lo suyo, parecía. Ya tocaba, cabía pensar. Y, la verdad, no hubo un solo atisbo que llevara a dudar del triunfo blanquivioleta. Hasta el error de Marí. Estuvo tibio al recibir de cara a su portería el cuero, la perdió mientras el equipo salía y el Rápido de Bouzas armó veloz la acción que culminó David con el empate, en el minuto 88.
Para entonces apenas quedaban balas en el revólver como para que la victoria se quedara en Valladolid. El gol, además, provocó un shock ilustrativo en el silencio que se hizo, tanto en el pasto como en la grada, nacido de la ruptura de una ilusión y de que se concebía injusto. Lo fue, posiblemente, aunque como diría Miguel Rivera después, esto va de hacer goles.
Siete jornadas después del arranque del curso el Promesas vuelve a ser último, después del triunfo de la Gimnástica Segoviana ante el Sanse. Pero al menos puede decirse que ha vuelto a la vida, algo que pareció en Ponferrada y se confirmó en Los Anexos. Habrá que ver si por fin en A Coruña, contra el Fabril, llega la ansiada y necesitada victoria.
Real Valladolid Promesas: Guille Lara; Raúl Navarro, Mario, Porto, Corral; Carrascal (Alvarado, min. 69), Miguel Marí;, Mayoral, Javi Pérez, Miguel (Becerra, min. 61); y Luis Suárez (Cobo, min. 79).
Rápido de Bouzas: Brais, Adrián, Coti, Cristian, Trigueros, Sielva, Deivid, Caba, Carnero (David, min. 73), Diego Diz (Pedro García, min. 46) y Anderson (Carlitos, min. 54).
Goles: 1-0, minuto 73: Luis Suárez; 1-1, minuto 88: David.
Árbitro: Hernández Maeso (C.T. Extremeño), auxiliado en las bandas por González Narváez y López Cirujano. Amonestó a los locales Miguel, Corral, Raúl Navarro, y al visitante Diego Diz.
Categoría: Séptima jornada del Grupo I de la Segunda División B. Encuentro disputado en Los Anexos al Estadio José Zorrilla.