El canterano ha rechazado marcharse a la Juventus y seguirá en el Real Valladolid, con el que firmará un nuevo contrato

Miguel de la Fuente ha terminado de deshojar la margarita: se queda. El delantero tudelano renovará su contrato con el Real Valladolid por cuatro años en las próximas fechas después de desechar la posibilidad de marcharse a la Juventus de Turín, a la que hace una semana estaba convencido de marcharse.
Eso manifestó a su entorno, si bien el jugador y la entidad han apostado fuertemente porque siga vistiendo la blanquivioleta. Lo hará, en el corto plazo, en el Promesas, aunque en el medio plazo ha recibido la garantía por parte de Miguel Ángel Gómez de que ascenderá al primer equipo, una cuestión con la que la dirección deportiva confirma la intención de que el canterano se haga un nombre en Zorrilla (aunque debió ser meditada).
El acuerdo implica evidentes mejoras económicas y un aumento en la cláusula, hasta la fecha, de 600.000 euros, un caramelo tanto para la propia ‘Juve’, que ve, así, como se va al traste una fuerte aspiración, o para otros clubes interesados como el Real Madrid, quien no llegó a presentar oferta (como, según dijo Gómez en Radio Marca Valladolid este miércoles, tampoco hicieron los turineses) pero también lo tenía en su radar.
De esta manera, la dirección deportiva y Bahía Internacional, agencia que lleva los intereses de Miguel, han dibujado una hoja de ruta que podrá permitir al atacante, aún juvenil, convertirse en el próximo gran proyecto de la cantera, algo que el internacional sub 18 no tenía del todo claro hasta fechas más bien recientes, toda vez el aprecio mostrado por Miguel Ángel Gómez en las reuniones que desveló en varios medios de comunicación marcaba un paso más lento que el deseado por él y su entorno, ya que no le otorgaba un sitio fijo en el Promesas.
Precisamente esta cuestión preocupaba especialmente por entender que de esa forma, quizás en División de Honor, se podría estancar, y de ahí –y de que el interés provenía de nada menos que la Juventus– que en un principio su deseo fuera el de salir. Cabe pensar, por el contrario, que compitiendo un escalón podrá evolucionar de un modo acorde al rendimiento que ha mostrado y que jugando en Segunda B estará más cerca de repetir internacionalidad, su anhelo, y algo que los técnicos de las categorías inferiores de la selección están valorando seriamente.