El Promesas encaja una lluvia de goles en el Cerro del Espino tras caer por seis goles a dos frente al Rayo Majadahonda

El Real Valladolid B sufrió una goleada en su primer desplazamiento fuera de casa. El verdugo fue el Rayo Majadahonda, que hizo honor a su nombre y destrozó al Promesas en medio de la gran cantidad de lluvia que cayó sobre el verde. El estruendo fue completo a raíz del cuarto gol local que mató el partido y que dio pie a que los rayistas manejaran al Promesas a su antojo hasta el punto que los seis goles encajados se quedaron cortos.
No ha sido la semana más fácil del filial, puesto que los cedidos por el Watford no han podido ejercitarse con normalidad por motivos burocráticos. En el Cerro no pudo actuar Alvarado, en su país, y el doble pivote estuvo formado por Miguel Marí y Dani Vega, ambos mayor vocación ofensiva y que no están acostumbrados a sostener el peso del equipo, sino a ser más protagonistas con balón.
Además, los hombres de ataque que salieron de inicio fueron los tres delanteros –Wojcik, Suárez y Miguel–, apoyados en la mediapunta por Montenegro, el cual tiene gran talento pero muchas veces pierde la posición. De esta formación inicial se prevén los problemas que finalmente ocurrieron en el Cerro del Espino: los repliegues, la descolocación y el juego del Promesas sin balón fue un desastre.
En el carácter ofensivo, los chicos de Salvachúa estuvieron más que correctos en el primer acto. La gran parte del peligro se realizó por la banda izquierda, en la que Miguel actuó con solvenciam, aunque no al nivel que puede llegar a dar si se coloca en su sitio natural: la punta del ataque. Aun así, el juvenil generó peligro con la ayuda de un incansable Corral que parece haber tomado la delantera a Cobo por el puesto.
Desde la banda izquierda llegó la acción del primer tanto. Suárez recibió en la frontal y la colocó con mimo a la derecha de la portería majariega, lejos del alcance de Basilio. La alegría visitante duró poco, puesto que Berodia remató a la red un centro mordido en el segundo palo. No sería el último cambio de guion en menos de seis minutos, ya que el Rayo Majadahonda concedió el gol tonto de la jornada por la mala fortuna de Rubén, quien introdujo el balón en su portería.
Sin controlar las facetas del juego, el Promesas dominaba en el marcador. Si bien es cierto que durante los veinte minutos de tormenta de la primera mitad, no se jugó mucho. Posteriormente, cuando la lluvia cedió en intensidad, el Rayo Majadahonda comenzó a mostrar las señas de la identidad de Iriondo y lograba sacar la pelota jugada desde sus dominios con éxito.
El empate llegó en una jugada poco elaborada, pero efectiva para los locales. Berodia envió a la espalda un balón para Pichín. El extremo peinó la bola y Jeisson empaló a la red para dar muestras de lo que sería la sociedad Pichín – Jeisson que fue letal para el Promesas anotando cada uno dos goles en sus respectivas cuentas particulares.
Juguete roto
Tras el descanso, el partido cambió por completo y el dominio de esférico del Majadahonda fue total ante un Promesas que reculaba en su campo. Pichín repitió el gol anotado por Suárez, desde el mismo lugar y colocándola en el mismo sitio que el delantero blanquivioleta. Así el Rayo se ponía por delante por primera vez en el encuentro para hacer sangre en la última media hora.
El Promesas lo intentó. De hecho, tuvo en las botas de Suárez el chance de poder lograr el empate, pero sin éxito. Francis, que había tenido una clarísima opción abortada por el palo, se quitó la espina anotando un golazo para el Majadahonda. Además de quitarle las telarañas a la escuadra, desenchufó al filial hasta convertirlo en un juguete y romperle en pedazos.
La prueba de la desconexión se personificó en una acción en la que Cobo, tras cometer falta por realizar un plantillazo, no recuperó el sitió ni impidió el saque rápido del Rayo, lo que provocó una situación que se transformó en un cuatro contra Aparicio, que cerraba la defensa, que los majariegos desperdiciaron. O lo que es lo mismo, Tanis lo evitó. El guardameta evitó que la goleada fuera más sangrante aún.
Primera derrota del Promesas que aún tiene que engrasar la maquinaria. La imagen mostrada ante el Rayo ha de ser el punto de inflexión para reconducir el camino hacia una meta común y que los jugadores no se centren en el plano individual, como se mostró en el Cerro del Espino. Precisamente el otro equipo que actúa como local en ese campo, el Atlético de Madrid B, será el próximo rival blanquivioleta el siguiente sábado, a las 18:00 horas.
Rayo Majadahonda: Basilio; Rubén, Jorge García, Oliva, Juan Cruz; Vicente (Óscar, min. 17), Carlitos; De Frutos (Francis, min. 54), Berodia (Pablo, min. 75), Dani Pinchín; y Jeisson.
Real Valladolid B: Tanis; Apa, Mario, Raúl (Mito, min. 69), Corral; Marí, Dani Vega; Wojcik (Cobo, min. 59), Montenegro, Miguel (Pablito, mi.n. 75); y Luis Suárez.
Goles: 0-1, min. 14: Luis Suárez. 1-1, min. 20: Berodia. 1-2, min. 21: Rubén (pp). 2-2, min. 32: Jeisson. 3-2, min. 51: Dani Pichín;. 4-2, min. 64: Francis. 5-2, min. 84: Dani Pichín. 6-2, min. 90: Jeisson.
Árbitro: Montero de Lerma (colegio manchego). Amonestó al local Rubén y a Luis Suárez, por parte del Real Valladolid B.
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada del Grupo I de la Segunda División B disputado en el Cerro del Espino ante 1.000 espectadores.