El director deportivo aseveró que hasta el cierre del mercado podrían darse muchas situaciones, aunque para que entren nuevos jugadores, primero hay que dar salida a otros

Como en cada presentación, Miguel Ángel Gómez fue acribillado a preguntas sobre las posibles incorporaciones que está por hacer el Real Valladolid. La más cercana de ellas parece la de Kiko Olivas que, una vez desvinculado del Girona, solo tendría que hacer oficial el acuerdo con el Real Valladolid. Como siempre, el director deportivo se mostró cauto, pero sin ocultar que es un futbolista que desea incorporar lo antes posible.
«Encaja en nuestro perfil y puede ser interesante, pero no nos gusta tirarnos a la piscina y confirmar cosas que no se han dado. Ojalá venga. Cumple los requisitos que buscamos para competir», señaló Gómez sin perder la cautela con la que siempre trabaja.
A pesar de que estaba presentando a un delantero, volvió a ser preguntado por la llegada de otro hombre que cierre ese posición. Ante ello, repitió una frase que ya se ha escuchado en anteriores ruedas de prensa: «Seguimos trabajando para incorporar jugadores en todas las posiciones. De aquí al 31 de agosto pueden pasar muchas cosas».
Y como también viene siendo habitual, salió el tema de Raúl de Tomás y su vuelta a Zorrilla. El andaluz insistió en que es el deseo de todos el retorno del jugador del Real Madrid, aunque repitió e hizo hincapié en que «tiene la aspiración de jugar en Primera». «Él siempre ha declarado que en Segunda vendría al Real Valladolid, aunque busca estar en Primera. Creo que se lo merece porque tiene un perfil para jugar en la élite. Él conoce nuestras intenciones, cómo le apreciamos club y afición, y sabe que esta es su casa», ponderó.
Pero lo que tiene muy claro Miguel Ángel Gómez es que si llegan nuevos jugadores otros seran los que tengan que hacerles hueco y dejar de formar parte del Real Valladolid. «Por lógica, para que haya entradas, tiene que haber salidas, sobre todo para equilibar un presupuesto tan ajustado como este», señaló el director deportivo, que despúes del partido ante el Barcelona B acabó «con un mal sabor de boca».