Luis César apostó por no dar salida en el once inicial a Pablo Hervías y Luismi por haber arrastrado molestias y lo pagó en una primera mitad en la que el Real Valladolid se vio superado por su rival

Foto: Real Valladolid
El Real Valladolid debutó en La Liga 1|2|3 ante el Barça B de aquella manera que dirían algunos. El equipo blanquivioleta se presentaba ante su afición con la clara intención de cosechar los primeros puntos de la temporada, pero, lejos de la realidad, dejó la sensación de haber dado un paso atrás después de lo demostrado en los encuentros de preparación. A pesar de la derrota, hubo muchos detalles que señalar.
La afición estaba espectante por ver en plena acción a este equipo que comenzaba a ilusionar y entrenadores rivales se acercaron a Zorrilla para ver a los pucelanos. José Luis Martí, entrenador del Tenerife, y Rubén de la Barrera, técnico de la Cultural Leonesa, fueron testigos presenciales del debut en competición del Real Valladolid que pareció salir a despistar a todo el mundo.
Luis César Sampedro no fue temeroso y dejó en el banquillo a Luismi y Hervías porque tenía miedo que se lesionaran por estar tocados y apostó por jugar con Moyano en el lateral y Antoñito de extremo, mientras que Cotán ocupó la posición de mediocentro. El experimento no le salió nada bien al técnico gallego que al descanso tuvo que variar sus planes y sacar a Hervías y Luismi para tratar de remontar un encuentro que se le había puesto muy cuesta arriba con o-2 en el marcador.
Cotán está llamado a ser un jugador importante en este equipo, pero todavía tiene que acoplarse al estilo de juego que reclama el entrenador y ayer no tuvo el día. Desacertado fue uno de los señalados al descanso, quedándose en el vestuario. Sampedro se dio cuenta de su error tras tirar 45 minutos a la basura y rectificó con los cambios. El Real Valladolid lavó su imagen, recortó diferencias e incluso estuvo cerca de empatar el partido, pero la mala primera parte pesó demasiada.
Hervías demostró ser un jugador diferente y con su desborde permitió al Pucela ser dominador del partido en la segunda mitad. Otro de los aspectos a destacar es la laor ofensiva de los laterales blanquivioletas que permitieron llevar más peligro sobre la meta del Barcelona B.
Y aunque la remontada estuvo cerca se vio que este equipo necesita como agua de mayo un delantero goleador. Con la llegada de Villalibre se espera encontrar a ese jugador determinante en los metros finales porque a pesar de que Mata es un trabajador nato que pelea en busca del gol, en Valladolid parece no haberlo encontrado. El ariete tuvo osaciones dentro del área que murieron allí sin crear peligro alguno porque estuvo rodeado por toda la defensa del filial culé que aguantó el resultado con uñas y diente hasta el pitido final.
Problemas con los abonos
Dejando de lado el apartado meramente futbolístico el partido dejó ver otras cosas. Zorrilla se había adaptado a la normativa de la LFP y el estado más morado que nunca. Toda la publicidad y los palcos iban en ese color para cumplir las normas.
También hubo problemas de los que la afición se quejó al ver que el estadio no parecía limpio y porque varios abonos que habían sido activados no funcionaban correctamente al pasar por los tornos, impidiendo que la gente pudiera acceder con fluidez al recinto.
Al margen de ello se notaba que Valladolid tenía ganas de volver a ver fútbol y la grada de animación no dejó de hacer su función con sus cánticos durante todo el partido. Llena a rebosar la iniciativa de esta parte de la grada parece ganar cada día más adeptos y eso no hace más que ayudar al equipo y animar al resto del estadio para que acompañe con sus gritos.