El delantero hondureño ha recalado en este mercado de fichajes en el filial culé tras dos temporadas en el Tenerife, donde era pieza clave

El CD Tenerife fue la temporada pasada uno de los equipos punteros en Segunda y estuvo muy cerca de ascender a Primera División. Fruto de ello, muchos de sus jugadores brillaron en muchos partidos y ha hecho que en este mercado veraniego haya tenido que ver como el retenerlos era casi imposible.
Anthony ‘El Choco’ Lozano era uno de los ídolos entre la afición chicharrera. El carácter, el desparpajo y el olfato goleador del ariete de veinticuatro años, internacional con Honduras, hicieron que muchos fueran los equipos que fijaran sus ojos sobre él. Aunque el Tenerife tenía al jugador cedido en sus filas, había llegado a un acuerdo con el Olimpia, club que poseía sus derechos, para hacerse con el jugador en propiedad, pero finalmente el FC Barcelona frustró toda la operación. Y es que si el conjunto blaugrana se interesa por ti, decirle que no es muy difícil.
El CD Tenerife perdía así a un delantero que, aunque solamente marcó diecinueve goles en sus dos temporadas de chicharrero, ofreció un gran rendimiento, del que se favorecieron tanto Nano como Amath, anotando catorce y trece tantos, respectivamente, en las dos últimas campañas. Y así Choco cambiaba el blanco del Tenerife por el blaugrana, para jugar en el filial.
Aunque desde que llegó a las islas su deseo siempre fue llegar a Primera División, la oportunidad de engrosar un club en el que se encuentran jugadores como Messi o Luis Suárez era suficiente motivación como para continuar jugando en la categoría de plata del fútbol español. El Barça pagó 1’5 millones de euros por su traspaso al Olimpia, lo convirtió en el primer fichaje para el filial y le fijó una cláusula de 50 millones de euros.
A los culés se les puso entre ceja y ceja el incorporar a este jugador que se formó futbolísticamente entre el Olimpia de Honduras y el Valencia. Con su incorporación el filial barcelonista parecía dejar atrás su función de formar de jugadores para el primer equipo y firmarlos para hacer un equipo de garantías para mantener la categoría en Segunda División.
El gol entre ceja y ceja
Choco Lozano se ha convertido en el primer futbolista de Honduras en vestir la camiseta del FC Barcelona, lo que ha provocado que en su país le lleguen a comparar con el mismísimo Lionel Messi, aunque está claro que las diferencias ambos son abismales. Lozano es un punta referencial, con un buen remate de cabeza y al primer toque, con buen juego de posición y buena definición. Los medios tinerfeños dicen de él que es uno de lo que mejor aguanta el balón de toda la categoría, y que a pesar de que es un gran goleador, necesita otro jugador a su lado con el que poder asociarse para ser más peligroso. Es de los que hacen que sus compañeros puedan brillar.
Junto, con Amath la temporada pasada fue un quebradero de cabeza para todas las defensas y cuando ha jugado solo en punto ha sufrido más para hacer gol. «Es un auténtico armario y cuesta quitarle mucho un balón», señala el periodista de las islas Daniel Cerdeña.
Esta temporada tiene ante sí su mayor reto deportivo hasta la fecha al rodearse de algunos jugadores que ya están entrenándose junto al primer equipo a las órdenes de Ernesto Valverde y que en breves están llamados a ser referentes del fútbol nacional e internacional, como es el caso de Carlos Aleñá. El ariete hondureño está llamado a convertirse en el referente del ataque azulgrana como su principal goleador, aunque dado sus características alguno de sus compañeros se beneficiará mucho de su juego.
El principal escollo para convertirse en el ‘nueve’ culé es su irregularidad, ya que no consigue mantener una racha anotadora larga que le garantizaría ser el ‘killer’ que necesita el filial culé. Asimismo, sus continuos problemas físicos le impiden estar al 100% en muchos momentos de la temporada anterior.
Todo esto vino derivado por la llamada de Honduras para formar parte del combinado nacional, que obligó a Choco a perderse partidos de competición y acumular muchos minutos en sus piernas, que terminaron traduciéndose en lesiones, leves, pero le que mantuvieron algunos partidos lejos de los terrenos de juego.
En la pretemporada, el ariete hondureño no ha terminado de brillar, pero el técnico Gerard López le ha puesto de titular en la mayoría de partidos de preparación, lo que hace ver que en poco tiempo ya se ha convertido en un jugador importante del plantel del Barça B y que en cualquier momento puede hacer un gol, por lo que los centrales de la zaga pucelana deberán estar muy atentos al punto hondureño, sobre todo en los remates de cabeza, dado su dominio en el juego aéreo y su 1’83 cm de altura.
A priori serán Guitián y Deivid los centrales del Real Valladolid en esta primera jornada de liga, tras la marcha de Álex Pérez al Sporting de Gijón y la lesión de Fernando Calero, y los encargados de detener las acometidas de un jugador dispuesto a comerse el mundo en busca de su sueño de llegar a jugar en Primera División. El Pucela, su primera prueba para comenzar a brillar.