El guardameta acabó contrato y el club prescindirá de sus servicios tras nueve temporadas en la base blanquivioleta

Llegó en edad infantil, siendo un niño, con su inconfundible melena rubia y se marcha con la “cabeza rapada” y el sentimiento de haberse quedado a las puertas del primer equipo, para lo que tantos años se ha estado preparando. Dani Hernández y el Real Valladolid se dicen adiós tras nueve años de relación.
Para este palentino, la ciudad de Valladolid se transformó en su segunda casa y Los Anexos en su rincón favorito. Parecía una relación sin fisuras. Dani tuvo oportunidad de salir del club en edad cadete debido a una importante oferta del Sevilla, pero el Pucela y el guardameta estaban hechos el uno para el otro. Al menos, hasta ahora.
Ambos se mimaban. Dani crecía a marchas forzadas consolidándose en División de Honor siendo juvenil de primer año, mientras que por parte del club, las caricias se transformaron en serias intenciones. El palentino realizó la pretemporada con el primer equipo en la temporada 2012-13, a pesar de encontrarse en su segundo año de edad juvenil.
Hernández siempre estuvo adelantado a su edad. En esa misma temporada en la que realizó el stage de pretemporada con el primer equipo, llegó su debut con el filial, que por aquel entonces jugaba en Tercera División. Al año siguiente, también sumó minutos de calidad en el Promesas debutando en 2ªB, a la par que seguía siendo un referente del División de Honor.
Promesas de futuro por parte del club que se quedaron en nada cuando llegó ‘el otro’. En el pasado mercado de invierno, Tanis Marcellán se incorporó a la disciplina del filial y se hizo con la titularidad y así despojar del rol de tercer portero al palentino.
La relación se agotaba y la vinculación del guardameta con el Real Valladolid expiró el pasado 30 de junio. Pese a ello hubo conversaciones entre el jugador y el club, pero ya era demasiado tarde. Dani emprenderá otro camino tras haber crecido como futbolista en el césped de Los Anexos.