Nacho, el segundo fichaje del Real Valladolid, es sobrio en la parcela defensiva y cumple en ataque cuando se incorpora

José Ignacio Martínez García (07/03/1989), más conocido como Nacho, es el primer refuerzo del Real Valladolid de Luis César Sampedro para la parcela defensiva. Formado durante años en la cantera de Osasuna, y después de pasar un curso en el filial del Getafe, ha desarrollado toda su carrera profesional en el Rayo Vallecano.
Igual que Óscar Plano en el Alcorcón, era capitán en el Rayo, donde se convirtió en un jugador muy querido. Incluso durante la temporada pasada, en la que apenas jugó por mor de unos problemas físicos que, sobre todo en el comienzo de la campaña, en tiempos de Rubén Baraja, le obligaron a estar meses al margen del grupo. Anteriormente, sin embargo, fue un activo importante que llegó a rechazar ofertas de varios equipos –sobre el papel– superiores, lo que le da valor, pese a venir de jugar poco (únicamente once enfrentamientos ligueros en la 2016/17).
Junto al cariño recibido, hablan bien de él sus buenos años a las órdenes de Paco Jémez, un técnico que confió en el ya nuevo lateral blanquivioleta cuando se encontraba en el filial. Gracias a Jémez debutó en Primera en noviembre de 2012, mediada una campaña que terminó con diez partidos en la categoría y un gol, el que marcó al Levante en el último envite del año.
En los dos cursos siguientes tuvo continuidad, aunque sin llegar a ser titularísimo, y poco a poco, sin perder toda su presencia, fue perdiendo protagonismo sobre todo ‘por culpa’ de Razvan Rat, a pesar de su veteranía, su némesis durante dos etapas distintas y varios años. En el último, no obstante, su talón de Aquiles fue él mismo: su estado físico le impidió hacer más.
Ese ‘más’ es el de un lateral izquierdo cumplidor y regular, defensivamente sobrio y de subidas contenidas pero certeras, puesto que uno de los rasgos más destacados de él es su acierto en los centros laterales, más que el desborde, una característica que no posee de forma especial o diferencial y en la que, en cambio, sí es más ducho Ángel, el que supone que será su compañero en esta parcela.
Aunque con más tino y quizá algo más ofensivo, su perfil recuerda en cierta manera al de ‘Lucho’ Balbi, a quien viene a sustituir, con la diferencia de esa finalización –por su parte– de las jugadas. Si comparte algunas cosas con el argentino, más compartió en el pasado con Álex Pérez, con quien jugó en el filial del Getafe, y con Óscar Plano, quien, como a él, se le vio arraigo y personalidad en su anterior etapa.
Este carácter y este oficio serán puestos a las órdenes de Luis César Sampedro que en el pasado ha trabajado con laterales de su corte; no explosivos pero sí seguros atrás y con capacidad para incorporarse al ataque. Ya vestido de blanco y violeta querrá restañarse las heridas hechas en los últimos años y reencontrarse con su mejor versión, aquella que lució en Primera División con la camiseta franjirroja antes del descenso y posterior ostracismo.