Análisis del próximo rival del Real Valladolid

La ocasión la pintan calva, como dice el refranero popular. Un equipo que se juega la vida, contra otro que no tiene absolutamente nada que perder ni que ganar. Y un último partido de Liga regular fuera de casa. El contexto, toda vez que el Real Valladolid lleva una racha espectacular, es casi inmejorable para los blanquivioletas, más cerca que nunca esta temporada del play-off.
¿Y quién es el rival esta vez? ¿Quién es aquel que estará enfrente con el único objetivo de despedirse por la puerta grande de su afición? Pues un Reus que ya ha cumplido perfectamente con lo establecido a principio de temporada, que no es otra cosa que asegurar la permanencia en Segunda División.
Todo contra nada
Así las cosas, los catalanes descansan ahora mismo en la décima posición de la tabla con 52 puntos en su haber. La caída a los infiernos de Segunda B, a ocho puntos. El play-off, a otros ocho. Ergo, tierra de nadie con seis por disputarse. Un final de temporada tranquilo que hubiera firmado cualquier aficionado Ganxet en verano, después del ascenso hace un año.
Y es que ahora el planteamiento es otro, claro. Después de un campeonato más o menos sin agobios, en el que se han cumplido las expectativas con tiempo, ahora es momento de disfrutar. De decir adiós a la grada con gusto, sabiendo que las cosas se han hecho bien. Toca relajarse con las vacaciones en mente, y más adelante plantearse lo que habrá que hacer para la temporada que viene. Este domingo será el turno de la alegría y la celebración.
No puede plantearse el mismo escenario el Real Valladolid, claro. Los tres puntos en juego son fundamentales para el devenir de la temporada, y habrá que ver con qué actitud salen los pupilos de Natxo González. Un entrenador que ya será recordado con letras doradas en la historia del club por el ascenso y la permanencia.
A fin de cuentas, el Reus está últimamente de dulce. No importa el 1-1 de hace unos días en casa del Elche en el que se sufrió la gota gorda, ya que en realidad sirvió para sellar un año más en la categoría de plata. Lo relevante es que se ha conseguido desarrollar un juego y unos resultados constantes durante cuarenta jornadas que han permitido llegar a la meta antes de tiempo.
Doce victorias, dieciséis empates y tan solo doce derrotas son un bagaje más que aceptable para un equipo que disputaba nada más y nada menos que su primer curso en Segunda en sus 106 años de existencia. Vale, puede que los veintinueve goles a favor por veintiocho en contra no hayan resultado en partidos con demasiados tantos, pero la meta es la meta.
Esfuerzo y constancia

Foto: Diari de Tarragona
Bien hay que decir que si no ha habido demasiada diversión en cuanto a dianas, sí lo ha habido de aquella manera en cuanto a juego. Con un sistema resultón y eficaz, los de Natxo González han sabido rentabilizar al máximo sus goles y enganchar a una afición que ha sido fiel en las duras y en las maduras. Con un habitual 4-2-3-1 con el que casi con total seguridad formarán este domingo, los catalanes han sabido dar buenos momentos para recordar a su grada.
¿Y qué tiene exactamente entre sus filas este Reus que debería temer el Real Valladolid? Para empezar, más que nombres concretos, los Ganxets tienen una unidad y piña en el vestuario que, en gran medida, les han hecho terminar donde han terminado este año. Pero si se trata de hablar de jugadores concretos es justo mencionar a Máyor y a Fran Carbià, pichichis del equipo ambos con siete goles cada uno, a David Querol o Vítor, fundamentales en el centro del campo, o a Alberto Benito y Ángel Martínez, dos incorporaciones de verano que se han consolidado en defensa.
De esta manera el equipo se ha especializado en atacar de manera habitual por bandas con un rápido repliegue defensivo cuando se pierde el balón, un sistema que se ha demostrado como eficaz y válido para lo que le pide González a sus jugadores. Es lo que tienen los equipos humildes con ideas claras como es este Reus. La compenetración es, de lejos, una de sus claves.
Curiosidad del rival de esta jornada: Lo del Reus y su nombre oficial como club de fútbol se podría catalogar como una locura histórica. Hasta ocho nomenclaturas ha tenido el equipo catalán desde 1909. Vivió sus inicios como Sport Club de Reus (1909-1917), después fue Reus Deportiu (1917-1941), Reus Deportivo (1941-1951), Club de Fútbol Reus Deportivo (1951-1977), Club de Fútbol Reus Deportiu (1977-2002), Club de Fútbol Deportiu SAD (2002-2010), volvió a Club de Fútbol Reus Deportiu (2010-2014) y actualmente se denomina Club de Fútbol Reus Deportiu.