El Real Valladolid es, junto con el Getafe, el equipo que más puntos ha sacado en las últimas seis jornadas. Pese a la dura derrota de Sevilla, ha pasado de verse a cinco puntos del play-off a estar igualado con el sexto

Sabe más el diablo por viejo que por diablo, dicen. Y si alguien luce la experiencia que este puede tener en Segunda División sin duda alguna es Paco Herrera, quien hace tiempo dijo que sus pupilos volarían en los diez últimos partidos. Y lo cierto es que si el Real Valladolid no vuela, lo parece.
O por lo menos eso se deduce de lo ocurrido en las seis últimas jornadas, precisamente las correspondientes a esas diez últimas a las que hacía alusión el técnico pacense. Y es que, a pesar de la dura derrota en el Sánchez Pizjuán, el Real Valladolid es, junto al Getafe, quien más puntos ha sumado en el último mes y medio: trece.
A pesar de la extraña sensación que dejó la victoria contra el Córdoba CF y de que el tropezón ante el Sevilla Atlético invitaba a pensar en un cierre por derribo, los blanquivioletas han resucitado gracias a los tres triunfos y un empate que logró en cuatro encuentros restantes. Le costó contra el Elche y no pudo imponerse al CD Numancia, pero los desplazados a Almería gritaron «¡Viven» y, después de que vencieran al RCD Mallorca sus rivales ya advierten desconfiados que «ya están aquí…».
En este tiempo el Pucela ha recortado las cinco unidades que le alejaban de la promoción, pasando de ser noveno a esa distancia del sexto –justamente el Getafe– a encontrarse empatado con la SD Huesca, con quien, no obstante, tiene el golaveraje perdido. Lo bueno es que, pese a esta última circunstancia, ya depende de sí mismo: está a tres puntos del Cádiz, quien tiene que pasar por Zorrilla, a quien ganó en la ida y quien en estas jornadas ha obtenido ocho puntos, por tanto, cinco menos.
Dijo también Paco Herrera semanas atrás que ganando en Almería salían las cuentas, y salen, aunque no están estas líneas trazadas para disfrazarse de lechera. Aun sin ser esa la pretensión no hay que obviar que en el tramo restante en la primera vuelta se consiguieron nueve puntos de doce. Sumen, sumen…
Claro, que también es verdad que en situaciones de optimismo generalizado el equipo se desfondó. Por ello, quizá valga más seguir pensando en cada cita por separado, no vaya a ser que el grosero error postrero contra el Mallorca se maximice. Quizá sea pronto para lanzar las campanas al vuelo con el ‘herrerismo’, pero, volviendo al inicio, si el equipo no vuela, lo parece. Ahí están los números: