El cero a cero frente al Sporting Uxama le permite mantenerse un año más en la Tercera División

Foto: Juan Postigo
Esta es la historia de un partido que pudo pasar a la historia, pero que acabó siendo un partido sin mucha historia. No, Mariano Rajoy no estuvo presente en Las Salinas para ver la disputa entre vallisoletanos y sorianos, y ni mucho menos ha empezado a escribir la crónica del encuentro; ya saben ustedes, Mariano está demasiado ocupado.
Que mis sucesivas palabras son una completa historia está tan claro como que la del Atlético Tordesillas pudo haber cambiado de no haber sido su último partido liguero eso precisamente, un partido sin demasiada historia. El durante no ensombreció la previa (en la que Mato conoció que no iba a ser uno de los once elegidos por Jesús Ángel Turiel, lo que no le hizo ni una pizca de gracia), ni mucho menos un tercer tiempo de júbilo tordesillano entre cánticos de los jovenzuelos que componen las categorías inferiores del club.
Como el partido en sí ofreció todo lo que puede ofrecer un choque en el que los dos se lo jugaban todo (o sea: tensión, intensidad, patadas y patadones y poco fútbol), hay que contar antes de nada el final, con el cuidado césped de Las Salinas como escenario. En él se encontraron las aficiones de los dos equipos tras el pitido final: unos para celebrar y otros para honrar a aquellos que lo intentaron y no pudieron. Por suerte para el fútbol vallisoletano, los segundos eran los sorianos.
Mientras algunos se animaban cerveza en mano, otros se consolaban entre ellos mismos. Bueno, siendo sinceros había otro tercer sector allí congregado: el de los risueños tordesillanos que no alzaban más de medio metro de altura. Ellos preferían corear el nombre futbolístico de Rubén Blanco Rodríguez, que en medio de una chiquillada digna de un programa de Juan y Medio en Canal Sur parecía el hermano mayor de todos ellos.
Bien pudo ser este final distinto, ya que un empate a cero indica tanto lo poco que se produjo como lo cerca que estuvo todo de ser diferente. El ya citado Rubo tuvo una ocasión a los diez minutos de encuentro, y que desbarató Heredia, que hubiera facilitado todo mucho más al Atlético Tordesillas, aunque a buen seguro también hubiera acelerado la tarde en otros campos, como en el del CD San José, donde los locales y el Burgos Promesas 2000 también se jugaban la temporada.
Entre la ocasión referida y una de Villa en el minuto cuarenta, el Uxama enseñó los dientes, demostró que se jugaba todo, y ofreció la misma intensidad que el conjunto de Jesús Ángel Turiel. Los del Burgo de Osma no fueron inferiores, pero tampoco en ningún momento superiores, lo que llevó al partido con cero a cero al descanso.
Antes, y después, tras la reanudación, mucho miedo al error, fútbol sin complicaciones, lucha por cada balón dividido y la pelota dando tumbos por el aire de un lugar a otro. No se vio un buen espectáculo dentro del rectángulo de juego de Las Salinas. Cosa diferente fue lo sucedido fuera de este, donde más de setecientas personas se congregaron para ver qué ocurría en el partido más interesante de la postrera jornada del campeonato de liga del Grupo VIII de Tercera División.
El partido estaba para héroes o referentes. Adalia por parte local y Alfonso por la visitante estaban llamados a serlo, por su ascendencia dentro del vestuario y su innegable calidad, pero los dos no estuvieron. El primero por fallar más de lo habitual en él, pese a que en el minuto 55 estuviera a punto de hacer un estratosférico gol de falta; el otro, por no aparecer en todo el encuentro, salvo para, cerca del sesenta, no lograr culminar en gol ante Chuchi una buena jugada.
El partido, si ya de por sí no iba sobrado de ocasiones, volvió a trabarse pasados esos minutos. La contundente derrota del Burgos CF frente al Boiro parecía hacer aún más pesadas las botas de los que se encontraban en el césped, incluidos aquellos que como Kike o Bayón entraron desde la caseta.
El final tuvo un escenario previsible: el Sporting Uxama dominando a base de colgar balones desde su propio campo y el Atlético Tordesillas saliendo tímidamente a las contras, pensando más en lo que dejaba descubierto atrás que en terminar de certificar su permanencia. Esto lo tuvo cerca del 80 con un centro y perdido que acabó por golpear el poste diestro del marco defendido por Heredia, quien no dudó en seguir colgando balones cuando hiciera falta.
Con el tiempo ya casi cumplido, una peligrosa falta en un lateral del campo favorable al Uxama hizo contener la respiración a todos aquellos que allí se identificaban con la causa tordesillana. Por suerte, Alfonso jugó a ser un genio e intentó filtrar el balón por debajo de la barrera: error. Fin del partido, comienzo de la fiesta rojiblanca por la consecución de la permanencia e inicio de las caras largas en la gente del Burgo de Osma por ver a su equipo descender, salvo posibles ascensos, a Regional Preferente.
Atlético Tordesillas: Chuchi, Ruiz (Kike, min. 63), Lamas, Cristian, Jony, Héctor, Viti, Juanmi (Mato, min. 87), Villa, Rubo yAdalia (Bayón, min. 81).
Sporting Uxama: Heredia, Camaño, Diego, Guille, Edu, Romero, Diego Dueña (Rafa, min. 80), Juanan (Fran, min. 63), Alfonso, Pablo V. (David Dueña, min. 71) y Endika.
Árbitro: Amonestó por parte local a Adalia, Cristian, Juanmi, Jony y Chuchi; por parte visitante a Guille y Edu.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo octava jornada del campeonato liguero del Grupo VIII de Tercera División ante unos setecientos espectadores.