Paco Herrera achacó a los nervios el pobre partido del Real Valladolid ante el Córdoba, pese a la victoria, y reconoció su sufrimiento con «situaciones» como la que provocó el gol visitante
Paco Herrera es experto en resoplidos. Si no lo era ya, ‘su’ actual Real Valladolid le obliga a ello, ya que invita al suspiro de alivio en días como este domingo o bien de frustración cuando el resultado no es positivo como sí lo fue esta vez.
A los blanquivioletas les costó ganar al Córdoba CF, aunque en su opinión «no tenía que haber sido así». «Da la sensación de que cualquier cosa que consigamos va a tener este nivel de sufrimiento, y no es normal. Sobre todo en la primera mitad fallamos muchos pases con errores no forzados y la gente estuvo muy nerviosa», comentó.
A su modo de ver, antaño el Pucela con balón era «perfecto». Ahora, en cambio, es «un manojo de nervios» al que se le suma el que sin balón no gana «segundas jugadas» por la «condición sobre todo de los jugadores que juegan en el centro del campo». «Lo estuvimos trabajando entre semana», arguyó el pacense, que devolvió la titularidad a Raúl de Tomás debido a que el rival defiende hundido y le permitiría recibir con cierta comodidad. Y el punta devolvió la confianza con una buena actuación.
Como la que tuvo José, que si bien iba a ocupar plaza en el banquillo, sustituyó a última hora a Villar en el once debido a la reproducción de las molestias que el onubense arrastraba en los últimos días. La intención de Herrera era «darle descanso» al canterano, ya que «no estaba al cien por cien», de ahí que se le «acabase el gas». No obstante, lo consideró una «bendita solución» por el gol y su buena actuación.
Suyo fue el uno a cero. El dos a cero, de Jaime Mata, que dio continuidad al momento de forma que demostró en La Romareda con un partido en el que se reencontró con el gol. Como entonces, su técnico le vio «espléndido», al margen del tanto, aunque se vanaglorió de que este llegara. «La semana pasada le felicité. Por su constancia tiene ocasiones. No está teniendo fortuna de terminarlas, pero a veces tiene que haber un momento como este para que se dé esa concreción. Ojalá aparezca el gol», deseó.
Desgraciadamente, el triunfo no pudo ser tan desahogado como a cualquier blanquivioleta le hubiera gustado y, por ejemplo, Becerra tuvo que parar varias acometidas cordobesistas. No pudo con el gol de Alfaro, que viene precedido de un grave error definido por el técnico como una «situación ridícula que no tiene que pasar». «Estas situaciones se me hace difícil entenderlas. Me están quitando años de vida», explicó Herrera.
Achacó ese fallo grosero de Ángel a los nervios; a que el Real Valladolid en casa se siente «muy nervioso». «El Córdoba tenía que jugar con nuestra ansiedad; su entrenador dijo en la previa que estamos teniendo mucha en casa. Los próximos partidos en casa son vitales. Cuando la afición está con nosotros nos lleva en volandas. Los dos próximos partidos en casa son vitales y espero que estén a muerte con nosotros», deseó.
Pese a esta ‘petición’, Paco Herrera sabe que él y sus jugadores son «los responsables» de que la hinchada esté más animada, ya que «si te equivocas, y te equivocas, y te equivocas, es normal que haya descontento». Que esos nervios desaparezcan son su «primer objetivo», puesto que sabe que cuando no aparecen el equipo es capaz «de ganar partidos» y generar ocasiones como alguna que pudo entrar ante los andaluces. «Somos de sufrir; no somos de cerrar los partidos, y cuando no lo hacemos nos pesa la responsabilidad», lamentó.
Por último, se refirió a la aparición del debutante Espinoza, quien le viene sorprendiendo desde su reciente incorporación. «Pensé que venía mucho peor. Durante esta semana he visto cosas que no esperaba, como su capacidad para recibir, atacar y volver; pensaba que no le daba para eso. En mi cabeza estaba que jugara diez o quince minutos. Me hubiera gustado que entrara con un dos a cero«, concluyó el pacense.