El entrenador del San Pío valoró una victoria ante el Amigos del Duero que no tuvo la máxima recompensa por el golaveraje

Ganar era el objetivo número uno del San Pío X ante el Amigos del Duero, rival directo en la lucha por la permanencia. Esa meta la consiguió y, cuando la tenía encaminada, se propuso la de darle la vuelta al golaveraje particular. Pero el 4-1 de la primera vuelta pesó demasiado y el 3-1 se quedó corto en ese sentido.
Pero no hay que desmerecer un triunfo que le mantiene con respiración asistida. «Tenemos que ganar los dos próximos partidos y esperar que nos favorezca alguna cosilla», dijo Martín Olmedo.
En cuanto al partido, el entrenador rojiblanco reconoció que no esperaba un marcador tan favorable al poco de empezar. «En el primer gol nos ha favorecido lo que en otros partidos no hemos tenido esa suerte. No pensábamos ponernos 2-0 tan rápido», explicó.
Con la ventaja de dos goles intentaron «mantener la portería a cero» y ampliar la diferencia. «Habíamos hablado en el descanso que teníamos que meter un golillo para quedarnos con el 3-0», comenzó.
Pero no lograron ninguna de las dos metas. De hecho, con el 2-1 admitió que hubo nervios. «Menos mal que llegó el 3-1 enseguida y nos calmamos», apuntó.
También tuvo que aparecer Lucía, quien con sus intervenciones evitó varios goles del Amigos del Duero. «Está haciendo una temporada impresionante. Contagia a las compañeras su seguridad y confianza, que parecen que han subido un punto», señaló el técnico.
Porque el conjunto zamorano se jugaba las habichuelas, en su lucha por evitar la pelea por la permanencia. «Sabíamos que ellas también se jugaban mucho», apuntó.
Pero el encuentro del San Pío fue tan serio que las sensaciones resultaron muy positivas, como ya sucedió en anteriores ocasiones. Sin embargo, la cara lejos de Los Cerros es diferente. Olmedo lo achacó «al tema de los viajes». «Cuando hemos tenido que comer por ahí, las chicas llegan como desinfladas. Los otros equipos en casa, siendo más veteranos, saben lo que se juegan», explicó. Por ello, espera que en el último partido a domicilio, ante el Parquesol, su equipo dé «una nota un poco más positiva».
Eso todavía queda un poco lejos. Ahora en la escuadra rojiblanca se centrarán en «disfrutar de esta victoria tan deseada y pensar en ganar el próximo partido». «Mientras haya vida, habrá esperanza», concluyó.