La baja de Mayoral, ya definitiva, así como las de Anuar y Renzo esta semana, permiten la entrada en el equipo de jugadores que deben dar un paso adelante en su rendimiento y su formación

Foto: Paula Canal
Desde sus inicios, ‘Los Simpson’ son geniales. Desde hace unos cuantos años, dicen, ha perdido chispa, magia, pero lo que jamás ha perdido es capacidad para sorprender, ni tan siquiera con la enésima repetición de cualquiera de sus capítulos. Bien por mérito de Matt Groening o del programador de turno, siempre hay uno que se ajusta a algún hecho puntual acontecido en la actualidad.
En una semana como la actual, con varias bajas de importancia como la del cedido Mayoral, la de Anuar, sancionado tras su expulsión ante el Racing de Ferrol, y la de Renzo Zambrano, concentrado con su selección, hay uno que le va como anillo al dedo al Real Valladolid Promesas, aquel en el que se produce el siguiente diálogo entre Lisa y Homer:
– Mira el lado positivo, ¿sabías que los chinos utilizan la misma palabra que para decir crisis que para decir oportunidad?
– ¡Sí, ‘crisistunidad’!
La reflexión que encierra podrá hacerla perfectamente Rubén Albés, quien tiene en la resiliencia si no una de sus palabras favoritas, sí al menos una gran aliada. Si hasta ahora el filial ha sido capaz de luchar ante las adversidades, intentará que la visita a Burgos sea lo menos traumática posible, a la vez que sigue buscando cumplir con el cometido de construir jugadores.
Este no solo le pertenece a él, sino también, o incluso sobre todo, a los propios futbolistas. Como técnico, Albés ha de dotarles de las herramientas que pueda para su crecimiento, pero son ellos quienes deben utilizarlas en pos del rendimiento y del crecimiento. Dejando los rodeos a un lado, y por concretar, el partido en El Plantío será una ocasión que deberían intentar aprovechar actores menos protagonistas que Anuar y Renzo –no digamos ya Mayoral– para sumar minutos y dar un paso adelante.
Este, de hecho, ya se dio hace unos días, cuando el venezolano fue suplente ante el Racing de Ferrol y Dani Vega e Iván Martín fueron titulares en los lugares reservados hasta hace no tanto para el internacional ‘vinotinto’ (un costado) y para ‘El Jabalí’ (la pareja de baile de Higinio). En un choque en el que la inferioridad numérica obligó a un gran sacrificio, ambos rindieron a un nivel excelso, siendo parte importante del triunfo sobre el equipo gallego.
Foto: Paula Canal
Ambos acumulan unas cuantas titularidades, pero no han sido hasta ahora primeros espadas, ya que este rol lo han adoptado Mayoral e Higinio, mientras que Renzo normalmente ha estado por delante en el orden de preferencias a la hora de confeccionar el once. En parte, que su cifra de salidas en el once sea elevada (veintitrés el extremeño, veinte el sevillano) se debe a contextos como el actual, a instantes en los que hubo bajas.
Y si bien cumplieron, no han descollado y llevan apenas dos goles cada uno. Por lo tanto, cumplidas treinta jornadas y a falta de ocho para que acabe la temporada en la Segunda División B, parece su momento, el ideal para que se reivindiquen dando continuidad al buen hacer ante el Racing, a poder ser viendo puerta en más ocasiones y, sobre todo, mostrando una mayor regularidad y capacidad para ser protagonistas.
Asimismo, y dado que el número de jugadores con el que cuenta Rubén Albés no es elevado, la sanción de Anuar conllevará con casi toda probabilidad que Miguel Marí vuelva a jugar junto a Rai Marchán en mediocampo, y eso que cuando llegó en el invierno del pasado 2016 lo hizo como segundo delantero o mediapunta. En su caso, la oportunidad será para seguir adaptándose a esa nueva posición, una en la que se busca templar su fútbol, más frío más adelante, cuestión que viene surtiendo cierto efecto positivo e incrementando su incidencia en el juego.
A priori, será su décima titularidad, que le permitirá superar los 1.200 minutos en su primer año como jugador amateur, uno en el que se encuentran también el citado Dani Vega o Roberto Corral, otra alternativa posible para el frente de ataque, si no de inicio, al menos sí saliendo desde el banco de suplentes, en el cual se deberán sentar varios juveniles, toda vez que las diferentes bajas provocarán que solamente haya catorce futbolistas disponibles de la plantilla natural del filial.
Precisamente para esa posición de centrocampista hará falta un reserva, pero también para las más adelantadas, en las que el juvenil José Luis Sinisterra viene siendo un habitual. Por lo tanto, la crisis no es solo una oportunidad para jugadores del Promesas, sino también para otros que están llamados a ser integrantes de este la próxima campaña. Por ello, no sería descabellado ver en la lista a gente como Mito, Juan o incluso Miguel, aún juvenil de segundo año.
Y es que los 45 puntos que ya acumula el Real Valladolid B invitan también a la aparición de nuevos nombres bajo el foco principal. Sin renunciar a ser competitivos, claro está. Pero al fin y al cabo, de eso se trata, de formar, no solo a once. En definitiva: no hay mal que por bien no le venga a algunos.