La participación de Becerra, Rafa y Mata ante el Alcorcón pone de manifiesto la necesidad de dar una oportunidad a quienes vienen siendo menos habituales en este momento clave de la temporada

Quien conozca mínimamente la filosofía de Paco Herrera, técnico del Real Valladolid, sabrá que una de las máximas del pacense es la búsqueda de la estabilidad. Así lo ha demostrado durante toda la temporada, no solo en los onces iniciales, sino en momentos claves como la lesión de Isaac Becerra.
Sin embargo, la derrota ante el Levante abrió la caja de Pandora, y muchos pidieron a gritos un cambio de rumbo antes de que fuera demasiado tarde y el barco se hundiera. En honor a la verdad, hacía tiempo que el cambio se antojaba necesario: el cansancio, físico y sobre todo mental, comenzaba a hacer mella.
Era pues, el momento idóneo para que la segunda unidad entrase en acción. Cierto es que algunos ya lo defendíamos incluso antes de recibir al líder, pero el 0-4 encajado ante los granotas hizo de la necesidad una imposición.
Así, las tornas cambiaron ante el Alcorcón, y jugadores otrora protagonistas volvieron a disfrutar de minutos con la elástica blanquivioleta. Isaac Becerra y Rafa saltaron a Santo Domingo de inicio y Ángel, Álex López y Mata lo hicieron desde el banquillo.
De favoritos a segundas opciones
Resulta cuanto menos curioso que estos revulsivos fueran, a inicios de temporada, los favoritos para comandar la nave blanquivioleta rumbo al ascenso y que hoy los incluyamos dentro de la segunda unidad. Pero los números no mienten, y sea por hache o por be, lo cierto es que ninguno ha tenido los minutos necesarios como para considerarlos indiscutibles dentro de los planes de Paco Herrera.
El que más chirría dentro de esta lista es Isaac Becerra. Fichado para ser el guardameta titular, su lesión ante el Cádiz abrió la puerta a Pau Torres. Incluso con Becerra recuperado, Herrera siguió optando por Torres, en una muestra más de esa estabilidad que tanto busca el técnico del Real Valladolid.
Sin embargo, el desempeño de Pau sirvió para que Isaac volviese a estar bajo los palos ante los alfareros, cuajando una actuación seria que disipa las posibles dudas que pudieran quedar. Además, la estadística respalda a Becerra: diecinueve goles en contra en veintidós encuentros, por los once tantos encajados en nueve partidos de Torres.
Junto a Becerra, otro que saltó de inicio en Santo Domingo fue Rafa. El central no era titular desde el diecinueve de noviembre ante el Numancia. Un total de cuatro meses en los que tan solo había disputado ocho minutos. Paradójicamente, cada vez que ha sido titular ha cumplido con creces las expectativas de Paco Herrera: Rafa ha sido titular en trece encuentros, y solo en dos ocasiones ha sido sustituido.
Otro que volvió a disfrutar de minutos fue Jaime Mata. La última vez que el delantero entró en la alineación de Herrera fue ante su ex-equipo, el Girona, el cinco de febrero. Desde esa cita, Mata acumula ochenta minutos en cuatro partidos, incluido el de Alcorcón. Por su parte, Álex López descansó tras ser titular ante el Levante, aunque el centrocampista disputó los últimos trece minutos.
Salvo contratiempo, Ángel regresará a la titularidad
Si hay un caso que llama la atención, además de los mencionados anteriormente, ese es el de Ángel. El lateral, que en Santo Domingo jugó apenas cinco minutos, solo ha sido titular en el primer partido de la temporada ante el Real Oviedo. Tras este choque, Ángel ha estado relegado al banquillo, saliendo desde él cuando Herrera consideraba necesario.
Una tesitura que, salvo causa de fuerza mayor, se revertirá este sábado ante el Nàstic de Tarragona. La sanción de Balbi por acumulación de amarillas deja un puesto vacante en el once titular; hueco que, por posición, pertenece a Ángel. La duda reside en si el madrileño conseguirá afianzarse o será solo un remiendo temporal, ya que a Markel le sucedió algo parecido cuando tuvo que sustituir a Moyano.
Sea como fuere, el partido ante el Alcorcón parece haber marcado un cambio en la dinámica de Paco Herrera, que ha comenzado a dar paso de forma paulatina a la segunda unidad. Aunque todavía hay jugadores que esperan su oportunidad: Markel, Anuar, Drazic o el lesionado Espinoza aún están a tiempo de entrar en las quinielas del técnico del Real Valladolid.
No obstante, el camino a seguir está claro. La entrada de estos ‘secundarios’ debe interpretarse como una competencia bien entendida, una manera de fomentar la competitividad. Se trata, en definitiva, tanto de ‘picar’ a los titulares para que no se confíen como de darles un descanso para que afronten la recta final con las pilas cargadas. Poco hay que perder y el resultado, a la postre, puede ser más que beneficioso para los intereses blanquivioletas.