El entrenador del Real Valladolid no vio penalti en la acción que provocó el cero a uno y sí que a partir de entonces su equipo se descompuso

El Real Valladolid cosechó su peor derrota en Zorrilla en muchísimos años y lo hizo con su entrenador sentado en el banquillo durante buena parte del partido, algo que extrañó y mosqueó a partes iguales a la afición y los medios de comunicación. Paco Herrera pidió en la posterior rueda de prensa que no se le buscaran «tres pies al gato» al razonar su poca intervención. Aunque, no cabe duda, es algo raro, y que además se repite: ya vivió así buena parte del choque contra el CD Lugo.
«Necesitaba tener respuestas a lo que estaba pasando. Cuando tú estás en el campo de un sitio par otro pierdes perspectiva, y la necesitaba para poder ver en qué aspectos podíamos mejorar; necesitaba abstraerme, no fue por nada más. Es lógico que cuando no han salido las cosas y se ha cosechado una derrota como esta se busquen tres pies al gato. Yo estaba pensando en el partido siguiente, en qué nos podíamos estar equivocando y en dónde podía encontrar la solución», argumentó.
Lo cierto es que, no obstante, es llamativo no ver al primer entrenador asomarse durante tantos minutos y sí dirigiendo al segundo estando el anterior disponible. Aunque el pacense continuó explicando que ver que el equipo estaba corriendo fue «una de las cosas» que le hizo plantearse ver el partido «desde dentro», con la finalidad de ver «cosas que cuando estás activo normalmente no ves». Y es que a su modo de ver lo físico no ha sido un problema, sino que «el resultado ha ido haciendo daño».
Los blanquivioletas no se supieron repone a un «hecho determinante» como el del penalti, que para Herrera no fue. «A partir de ahí el equipo se ha descompuesto» ante «el mejor equipo con diferencia» de toda la categoría, pero, según explicó el técnico, no fue problema de no querer. «Salimos con intención y estuvimos bien hasta el penalti inexistente; a partir de ahí hubo otro partido. No hemos estado convencidos cuando teníamos posibilidades en ataque y seguramente cosechamos la derrota más dolorosa, y delante de nuestro público«, lamentó.
Después de veintinueve jornadas, el Real Valladolid sigue sin saber encajar un golpe como el de verse por detrás en el marcador. Eso se desprende del análisis de su propio entrenador, que reiteró que «el penalti ha sido un hecho que ha hecho daño». Y añadió: «Seguramente no somos tan fuertes como para aceptar que te sucedan ciertas cosas. Para todos era una evidencia tal que nos hizo daño, aunque no nos tiene que hacer tanto; tenemos que aceptar que esas cosas pasan.
Como en los inicios del curso se escudó en la juventud del plantel para despejar algún que otro balón, aunque sí fue tajante y concreto al afirmar que si pasa lo que pasó, que un gol es tan sufrido, es que sus jugadores son «muy flojos», una carencia que «en el día a día» reconoce ver en el plano mental, no obstante. Aun así, aseveró que «el equipo se tiene que recomponer» y considera que esta derrota «tiene que marcar su devenir». «Un golpe tan duro tiene que marcar para reaccionar si había algún despistado».
Por enésima vez en lo que va de temporada Paco Herrera descargó presión a sus jugadores y se autoinculpó diciendo que él es «el único responsable» de que las cosas se dieran así. Después de incidir en la fortaleza del Levante –«el equipo más fuerte y más sólido en Segunda en los últimos años»–, reconoció que lo que ahora necesita el Pucela es «ayuda» para recomponerse, y no un escenario negativo.
De hecho, en dos ocasiones repitió que el Real Valladolid lleva «un punto más que en la primera vuelta» a estas alturas, clavo ardiendo al que quiere agarrarse a pesar del despropósito ante el conjunto granota, que lamentó «por la afición», a la que espera «hacer ver» que se corrigen todos los males y darle «todas las alegrías» que puedan, porque «se lo merece».
Después de un correctivo tan serio era obligado preguntar si de verdad ve a su equipo capacitado para terminar entre los seis primeros, y sí. lo ve. «Yo creo que debemos acabar entre los seis primeros. A lo mejor no tenemos nivel para eso, pero yo tengo claro que este equipo no puede pensar en otra cosa que no sea eso. Si lo hacemos tan bien como en la primera vuelta, nos meteremos, y si no lo hacemos, sentiré que no he cumplido con mi objetivo. Sigo pensando que este equipo debe estar entre el tercero y el sexto y si eso no se consigue es que algo estoy haciendo mal», zanjó.