El entrenador del Real Valladolid Promesas lamenta una nueva derrota fuera de casa, aunque recuerda que los 42 puntos sumados hasta ahora indican que su equipo «funciona a muchos niveles»

El Real Valladolid Promesas volvió a perder fuera de casa por quinta salida consecutiva, esta vez en Palencia. Como es lógico, el gesto de Rubén Albés tras la derrota no era el más alegre posible en la rueda de prensa posterior al choque, en la que definió el partido como «igualado». A su modo de ver, su equipo tuvo sus «opciones en la primera para adelantarse», pero no fue capaz y una «genialidad de Xavi Moré» fue aprovechada por el rival para quedarse con los tres puntos.
Ni fue la mejor actuación del filial ni fue el envite más sencillo, entre otras cosas, porque «el estado del terreno de juego» hacía más difícil «combinar y generar situaciones» de peligro y favorecía la destrucción. Asimismo, el entrenador gallego recordó que «el rival no ha encajado en los últimos cuatro partidos» y expuso una «organización defensiva de nivel», lo que supuso traba a mayores.
«Donde más preciso hace falta ser, los controles deben ser más rápidos y las acciones técnicas deben ser de más calidad siempre es difícil cuando el campo no está en buen estado», arguyó.
No obstante, no puso paños calientes. «Independientemente de eso, evidentemente hemos generado menos de lo que nos gustaría y nos toca seguir intentando ganar en adaptabilidad a otros terrenos de juego», afirmó, antes de reseñar que «a nivel de voluntad no se le puede decir nada» a sus jugadores, más allá de esa adaptabilidad y de «seguir buscando soluciones» a su juego.
Ni siquiera en el tramo final, en el que acumuló varios hombres de ataque, el Real Valladolid B estuvo cerca de empatar. Cuando pasaban el balón, los blanquivioletas fallaban en acciones técnicas y lo perdían, favoreciendo los contrataaques enemigo, recordó Albés. Esto provocó, por ejemplo, que en los minutos de que dispuso Sinisterra casi no entrara en contacto con el esférico. «No hemos tenido un entendimiento adecuado de lo que necesitábamos en los últimos minutos», alegó el vigués.
Esta mala racha a domicilio no debe hacer de menos la buena temporada que está cuajando el filial blanquivioleta, y su técnico quiso recordarlo. «Tenemos 42 puntos. Eso dice que el equipo funciona a muchos niveles y que está por encima del rendimiento esperado. Cuanta mayor sea la exigencia y más arriba estés, más te obligan los rivales a ser mucho mejores cada partido y más te dificultan el hacerlo», ponderó.
Todo esto «preocupa», porque en el Promesas son «exigentes». Aunque lo hace en su justa medida. «No estoy preocupado por descender, que era el objetivo; creo que tres puntos haremos. La preocupación es pequeña, pero como somos ambiciosos y exigentes con nosotros mismos tenemos que afrontarla a partir de la próxima visita a Pontevedra. Será un día importante para afrontar esa dinámica», concluyó.