La sanción de Juan Villar vuelve a abrir la puerta de la titularidad a Raúl de Tomás, que se ha ganado por derecho propio la continuidad en el once inicial de Paco Herrera

Una semana más, y ya van unas cuantas, las rotaciones planean sobre el Real Valladolid. Aunque Paco Herrera es un hombre que prefiere mantener la estabilidad en sus alineaciones –ya lo dijo cuando Isaac Becerra cayó lesionado y Pau Torres tuvo que entrar en escena–, lo cierto es que el técnico tendrá que hacer algunos cambios para visitar al UCAM Murcia.
La baja de Juan Villar tras su expulsión ante el Tenerife deja vacante un puesto en el ataque blanquivioleta, reavivando las cenizas de un fuego que no termina de apagarse y que atañe a Jaime Mata y a Raúl de Tomás. Y la balanza que decanta el debate entre ambos, a estas alturas del campeonato, y contrariamente a lo que ha podido suceder en ocasiones anteriores, se inclina del lado del punta de origen dominicano, hasta ahora, aquel por quien el entrenador menos ha venido apostando.
Raúl de Tomás regresó a la titularidad ante el conjunto canario como consecuencia del cambio de dibujo que Paco Herrera introdujo para dicho encuentro. Su última titularidad se remontaba al veintiséis de noviembre, cuando el delantero saltó de inicio ante el Almería en el José Zorrilla. Casi dos meses y medio sin aparecer en el once inicial que se saldaron con un partido correcto por parte del delantero cedido por el Real Madrid.
Paco Herrera reconoció en la rueda de prensa posterior al partido frente al Tenerife que el 4-3-3 no le había dado los resultados esperados, por lo que todo apunta a que el Real Valladolid regresará al ya clásico 4-4-2 con rombo en el centro del campo.
Incluso volviendo a este sistema, De Tomás tendría cabida en él. Ya lo demostró cuando le tocó saltar de revulsivo ante el Girona, así como en los veinticinco minutos que disputó en la segunda parte frente a los chicharreros, cuando Herrera decidió regresar al dibujo tradicional para tener más la pelota.
Cierto es que su actuación no fue todo lo brillante que se esperaba, pero sirva como ‘disculpa’ que tampoco ninguno de sus compañeros estuvo especialmente acertado. A pesar de las deficiencias del juego global, De Tomás completó setenta minutos bastante aceptables en los que tuvo alguna que otra ocasión para firmar el gol blanquivioleta.
Así se lo reconoció la afición, que reaccionó a su cambio con pitos de desaprobación hacia la decisión tomada por el técnico, que en su lugar dio entrada a Sergio Marcos. Una hinchada, la vallisoletana, que en más de una ocasión ya ha demandado la titularidad para el punta madrileño.
Tan solo tres partidos completos
A pesar de ser el hombre de ataque que más partidos acumula, Raúl de Tomás solo ha completado tres partidos durante el presente curso. El último de ellos fue en la vuelta de dieciseisavos de la Copa del Rey, cuando la Real Sociedad y el Real Valladolid firmaron el empate a uno en Anoeta.
Para encontrar sus últimos noventa minutos en Liga hay que echar la vista más atrás, concretamente hasta el doce de noviembre. De Tomás completó su último partido en la competición regular en la visita al Elche en el Martínez Valero, donde los blanquivioletas cayeron por dos goles a cero.
Recién cumplidos los tres meses desde el mencionado encuentro ante los ilicitanos, Raúl de Tomás viene pisando fuerte. Volver a jugar un partido completo sería la gota que colmaría el vaso de la continuidad, esa que tanto bien hace a cualquier jugador y que tan vital es para un delantero.
Dejando a un lado los diferentes sistemas, De Tomás ha puesto ya razones suficientes sobre la mesa no ya para encontrar un hueco en el once inicial, que también, sino para ser el recurso del que Paco Herrera haga uso tanto en las buenas como en las malas. La afición le apoya, por lo que su continuidad debe ser una realidad en el momento clave de la temporada. La ruleta está a punto de empezar a girar: hagan sus apuestas al número 47.