Seis han sido los fichajes invernales del conjunto de Jesús Ángel Turiel, frente a las cuatro salidas acometidas

Si ya hubo movimientos destacados en el Atlético Tordesillas durante el mercado estival, no ha sido menos el invernal que ya se ha cerrado con el fin del mes de enero. La entrada de seis jugadores en el mercado invernal, a la que cabría sumar la anterior de Chuchi, así como la salida de otros cuatro efectivos, a la que cabe añadir la de Farolo por lesión de tiempo indefinido, han convertido al Atlético Tordesillas de este 2017 en un equipo totalmente nuevo con respecto al que inició la temporada.
Antes del mes de enero, era evidente que el conjunto de la Villa del Tratado debía reforzarse sí o sí de cara al segundo tramo de la competición de cara a convertirse en un conjunto más competitivo, o cuanto menos más regular. Y es que, a priori, los posibles arrastres desde la Segunda División B y la alta competitividad de los equipos de zona media de la tabla hacían que el Torde no pudiera dormirse en los laureles y tuviera que reforzar su plantilla para evitar mayores sustos.
Sin embargo, y aun teniendo presente esto último, las circunstancias sobrevenidas fueron poco a poco agravando cada vez más el problema de una plantilla que parecía descompensada y, sobre todo, falta de gente en línea defensiva.
El primer contratiempo vino con la lesión de Farolo, que no por esperable supuso menos inconveniente, puesto que Sergio, el portero cedido por el Real Valladolid Promesas, también causó baja, con lo que se tuvo que recurrir a Chuchi, portero de la Gimnástica Medinense, para cubrir el arco. El tiempo indefinido de la lesión de Farolo ha hecho que este ofreciera su ficha para cubrir ese hueco que, finalmente, ha sido para el ya citado Chuchi, toda vez que el titular es Sergio.
Las siguientes dos salidas vinieron motivadas por la escasa participación de los dos protagonistas, Oli y Tiri. Fundamentales el año pasado, sobre todo el primero, los dos jugadores, que podían ocupar la zona de tres cuartos del ataque rojiblanco, dijeron ‘basta’ y decidieron romper su relación con el Atlético Tordesillas, dejando muy limitadas esas demarcaciones. Para cuando se oficializó su salida, el propio club tuvo que salir al paso y ratificar a Turiel, quien fue el primero en no contar demasiado con Tiri y con Oli. Este último puso rumbo Villamuriel, donde se encontraba Mario Prieto, que dimitió al término de la pasada jornada.
Sin embargo, quizás la salida más traumática, sobre todo por cómo se produjo, fue la de Gustavo Terleira. El delantero rojiblanco sufrió un fortísimo ataque de migrañas en el bus de vuelta a Valladolid desde la localidad soriana de El Burgo de Osma. La gravedad del ataque fue tal que tuvo que venir recostado en el suelo del autobús y ser atendido médicamente. La expedición se mantuvo en vilo durante todo el trayecto, y posteriormente, por recomendación médica, abandonaba el Atlético Tordesillas y puede que la práctica del fútbol a ciertos niveles de exigencia.
La última baja la causaría Alberto. Desde su llegada se especuló con su salida, primero a Estados Unidos y luego a varios equipos españoles tras su buen hacer en el conjunto tordesillano y en la selección de Castilla y León que disputa la Copa de Regiones UEFA. Finalmente, una buena oferta de un conjunto que peleará por el ascenso a Segunda B como fue la de Unionistas se antojó irrechazable para el vallisoletano.
Con esta situación el Atlético Tordesillas se quedaba en cuadro y comenzaba una reestructuración a mitad de temporada que, además, debía hacerse de forma acelerada. La primera llegada fue la de Ángel Lerma, un delantero centro procedente de Unionistas y que venía a suplir a Terleira. Aunque este primer refuerzo llegó pronto, los demás tardaron en llegar. Primero fue el extremo o mediapunta Carlos, procedente del Juventud Rondilla, y con pasado en el CD Arces.
Ya con enero mediado, recalaría de nuevo en el Atlético Tordesillas del delantero centro Rubo, la incorporación más ilusionante para la afición rojiblanca y que ya ha dado sus frutos en su primer partido, en el que fue titular, frente al Atlético Bembibre, con una magnífica actuación y una gran asistencia a su compañero Juan Adalia.
Ese mismo día se concretaba también la incorporación de Alberto Bayón, un experimentado central de 32 años con más de 270 partidos en Segunda B, pero que, eso sí, en la última temporada y en lo que llevamos del curso 2016/17 no ha pertenecido a ningún club, por lo que será importante el estado de forma en el que se encuentre para aportar desde ya, toda vez que Jony no podrá estar frente a La Bañeza por acumulación de tarjetas.
Tras el encuentro frente al Atlético Bembibre, Jesús Ángel Turiel habló de un refuerzo anunciado tiempo antes pero que todavía no ha podido participar con el cuadro rojiblanco, el extremo Álex Toral. De él dijo que es «un extremito con calidad, con buena pierna, con cierta llegada y que Antonio (su segundo entrenador) conoce bien» y que, además, esa parcela era una de las deficitarias del equipo.
Por último, se anunciaría el retorno de Josete. El mediapunta venía entrenando con el equipo desde hacía un tiempo, pero ha sido ahora cuando se le ha podido hacer ficha y para que sea, de nuev, de iure, jugador del Atlético Tordesillas. Con su llegada, el Torde cubre esas posiciones de tres cuartos de campo que habían quedado despobladas tras las salidas de Tiri y Oli.
Así pues, la plantilla está cerrada y salvo sorpresa estará configurada de aquí a final de temporada por Chuchi, Sergio, Jony, Rafa, Lamas, Ruiz, Abraham, Bayón, Cristian, Viti, Juanmi, Héctor, Villa, Mato, Quique, Toral, Josete, Carlos, Rubo, Adalia y Lerma. Veintiuna fichas a falta de que, puntualmente, se pueda incorporar algún jugador del segundo equipo, como Álex, quien ya ha entrado en varias convocatorias.
En definitiva, tras el cierre del mercado de fichajes, el Atlético Tordesillas parece haberse reconstruido, apuntalando el eje central de la zaga, la zona de tres cuartos y la delantera. Doce movimientos de entrada y salida desde que se inició la temporada que hacen que este Torde no se parezca demasiado al que inició el curso 2016/17.