El Rayo Vallecano cuenta con varios delanteros de gran nivel, aunque su acierto de cara al gol continúa siendo su asignatura pendiente
Reducir el fútbol a un mero juego en el que gana el que anota más goles puede parecer una simplificación demasiado grosera, aunque no por ello deja de ser una de las reglas más básicas de este deporte. Por muy simple que pueda parecer, los tres puntos siempre se los lleva el que demuestra un mayor acierto de cara al gol, sin importar si ha tenido una o diez ocasiones.
Esta efectividad que parece aún más importante en Segunda División, donde muchas veces las derrotas se deben a la poca o nula fortuna que los delanteros tienen a la hora de mandar la pelota al fondo de la red. El Rayo Vallecano, próximo rival del Real Valladolid, es un ejemplo de ello. No es que al conjunto madrileño le falten, ni mucho menos, hombres de ataque, pero estos no han terminado de saber materializar las ocasiones en goles.
Delanteros con nombre pero sin gol
Si uno echa un vistazo al ataque del Rayo Vallecano encontrará delanteros con experiencia en la categoría y en Primera División. Javi Guerra y Manucho, junto a Embarba, Miku y Lass, son los encargados de unos goles que se le resisten a los madrileños: en veintidós jornadas apenas han sumado seis victorias y anotado 23 tantos.
Echando mano de las estadísticas, tampoco es que el Real Valladolid marque una gran diferencia con respecto a los madrileños. El conjunto de Paco Herrera ha conseguido llevarse los tres puntos en nueve ocasiones, y solo ha marcado dos goles más que su rival de este sábado. Sin embargo, entre ambos hay diez puestos de distancia en la clasificación.
Volviendo al Rayo, los exblanquivioletas Ebert y Javi Guerra son los máximos goleadores con cuatro tantos cada uno, un registro muy alejado del que marca el pichichi de la categoría, Joselu (Lugo), con quince; aunque no tan distante de los seis goles que hacen de José el más anotador del Real Valladolid.
A pesar de ser delanteros de calidad, todos ellos se encuentran bastante lejos de sus mejor versión. Los ya mencionados cuatro tantos de Guerra son anecdóticos al lado de los veintiocho que anotó en su primera temporada en el Real Valladolid. Lo mismo le sucede a Miku, que tan solo ha anotado dos goles en estas veintidós jornadas.
El relevo en el banquillo tampoco ha ayudado a mejorar la faceta goleadora del Rayo Vallecano. Hasta la jornada 13, con Sandoval en el banquillo, los vallecanos había anotado quince tantos; mientras que desde la llegada de Rubén Baraja la cifra desciende hasta los ocho goles.
Tan solo una victoria fuera de casa
Si el acierto de cara al gol es uno de los aspectos más flojos del Rayo, aún lo es más su dinámica lejos de Vallecas. El conjunto franjirrojo tan solo ha sumado una victoria a domicilio: 0-1 frente al Nàstic de Tarragona el pasado diez de diciembre, gracias a un tanto de Javi Guerra en el minuto 88.
Esta única victoria fuera de casa supone, además, el único tanto que el Rayo ha anotado a domicilio desde la llegada de Rubén Baraja. No le fueron mucho mejor las cosas con Sandoval en el banquillo, que no consiguió los tres puntos en ninguno de sus partidos como visitante. Con él, no obstante, los vallecanos anotaron cinco goles fuera de casa; tantos firmados por Ebert, Embarba, Amaya, Beltrán y Manucho.
Si el historial de visitas esta temporada juega en contra del Rayo Vallecano, tampoco ha salido bien parado de sus últimos desplazamientos al Estadio José Zorrilla. Su última victoria en el feudo pucelano se remonta a la temporada 200/01; mientras que su última visita a Valladolid, en marzo de 2014, se saldó con un 1-1.