Análisis del próximo rival del Real Valladolid

Es el momento. Ahora o nunca. Con una Liga tan apretada, tan pareja, no hay mejor partido para dar un golpe sobre la mesa después de la última victoria ante el Reus. Un triunfo que supondría, por fin, meterse de lleno en los puestos de play off. O eso se espera. El Real Valladolid se juega más de lo que podría parecer en su próximo compromiso, el que por cierto cerrará de manera simbólica la primera vuelta.
Y en esas, con el añadido de jugar fuera de casa por si hubiera poca presión, deberá vérselas el Pucela con un Cádiz crecido, al alza, probablemente en el mejor momento de la temporada. Poca cosa, se dice rápido. Pero debe ser en estos momentos en los que se dé el do de pecho, en los que se demuestre que realmente se aspira al ascenso. Es, en toda regla, el momento de la verdad, de hacerse valer.
Como un cohete
Desde luego, la tarea no se plantea sencilla. Después de un arranque irregular que sembró las dudas en un conjunto entrenado por un clásico de la categoría de plata como Álvaro Cervera, los gaditanos han remontado el vuelo hasta el punto de haberse situado en la cuarta casilla de la clasificación. Treintaitrés puntos en veinte jornadas, un buen ritmo, y más teniendo en cuenta su calidad de recién ascendido.
Sí, sí, efectivamente. Aunque más de uno lo considere un clásico de Segunda, lo cierto es que el club presidido por Manuel Vizcaíno acaba de regresar del infierno de la categoría de bronce. Sobre la bocina, siendo el último equipo en lograr la gesta de los cuatro de abajo, pero ascenso, que a fin de cuentas es lo importante. Ya era hora, ya que en realidad eran muchos años desde 2010 sin ver fútbol profesional en el Ramón de Carranza.
Pero pasando al plano práctico, o al menos al actual, este Cádiz acumula nada más y nada menos que cuatro victorias consecutivas en sus últimos cuatro compromisos, un vale más que adecuado para hacer valer su candidatura al play off… y quién sabe a qué más. Por el momento Cervera, en quien lógicamente se ha vuelto a confiar para el banquillo tras el ascenso, ha conseguido armar un plantel fiable, de garantías.
Ha habido que hacer retoques, lógicamente, pero el bloque de hace un año se ha conservado en gran medida, al menos lo importante, y la ilusión es ahora mismo una realidad para la considerada mejor afición de España por muchos. Otro pequeño hándicap que tendrán en contra los de Paco Herrera, por cierto.
Números y nombres

Pero bueno, en la práctica, ¿a qué juega este Cádiz, que ha hecho hasta ahora y qué jugadores hay que tener en cuenta? Pues las cuatro últimas victorias no han sido fruto de la casualidad. Aparte de la última, la semana pasada en casa del Elche por 2-3 que bien hay que decir que probablemente no fuera merecida, en las otras se ha podido ver a un Cádiz serio, bien armado y con contundencia (4-1 al Sevilla Atlético, 1-3 al Córdoba y 3-0 al Zaragoza).
Precisamente esta contundencia la demuestra el hecho de que sume nada más y nada menos que treinta goles a favor y apenas veinte en contra en precisamente veinte jornadas de Liga. Nada mal la media de 1,5 favorables y apenas 1 contrarios por encuentro. Por no hablar de que por ahora solo han perdido un partido de diez como local. Pero el conjunto gaditano es algo más que números.
Ortuño es, sin duda, el jugador más a tener en cuenta dentro del vestuario amarillo. El auténtico boom de la categoría con apenas veinticinco años, ya suma trece goles en lo que va de campeonato. Como para no atarle en corto este viernes. Aitor García, Salvi, Nico Hidalgo, Brian Oliván… y Dani Güiza. Un clásico bien conocido por todos y, en contra de lo que todos pensaban cuando llegó, bien querido por la afición. Este Cádiz está lleno de sorpresas.
Curiosidad del rival de esta jornada: No se le da demasiado bien el Carranza al Valladolid, quien ha registrado allí trece visitas allí en Segunda División. Con un saldo de dos victorias, tres empates y ocho derrotas, el último precedente es de la temporada 2006/2007 en el ascenso de Mendilibar, donde el resultado fue de 0-0.