El lateral izquierdo, que militó durante la temporada 2014/15 en el Promesas, es titular en un Cádiz en el que juega otro exblanquivioleta como Aridane
Las idas y venidas son una constante en los equipos, especialmente en Segunda División, donde algunos jugadores acumulan una larga lista de elásticas defendidas. Por eso no es de extrañar que el Real Valladolid, en su periplo por la categoría de plata, haya ido encontrando diversos ex por el camino. Manu del Moral, Carlos Peña, Manucho o Javi Guerra son tan solo algunos de los jugadores que ya se han enfrentado este curso al Pucela de Paco Herrera.
Los siguientes que se verán las caras con los que un día pudieron ser sus compañeros serán Brián Oliván y Aridane, que actualmente defienden el escudo del Cádiz CF. Aunque ambos militaron en el filial, el paso del primero por la ciudad del Pisuerga todavía resuena en la parroquia blanquivioleta, aunque solo sea porque fue hace menos tiempo que el de su ahora compañero.
Brian, titular indiscutible al mismo nivel que Ortuño
Brian Oliván llegó al Promesas en la temporada 2014/15 tras dos años de aventura internacional en filial del Sporting de Braga y en el búlgaro CSKA Sofía. Formado en las categorías inferiores del FC Barcelona, el lateral izquierdo fue uno de los fijos de Rubén de la Barrera. Los números así lo ratifican: 35 partidos como titular, llegando a acumular más de tres mil minutos con el filial.
Su buen desempeño sobre el césped de Los Anexos obtuvo recompensa en forma de convocatoria con el primer equipo. Rubi confió en él para salir como titular en Copa del Rey ante el Elche, partido en el que disputó setenta minutos y que se saldó con derrota. Su debut en liga fue, además, en Zorrilla. Oliván disputó su primer partido en el José Zorrilla en la jornada 31 ante el Albacete, aunque en esta ocasión entró desde el banquillo. Su última actuación con los ‘mayores’ tuvo lugar en el último partido de la temporada ante la Llagostera.
Sin embargo, sus buenos números y su buen desempeño no fueron suficiente para que se quedara. Y es que la oferta para seguir en el Pucela no fue suficiente para colmar sus anhelos y puso rumbo a Granada para formar parte del filial, algo que no terminó de agradar a la afición, que había depositado sus esperanzas en el joven catalán para formar parte de la zaga del primer equipo.
En su lugar llegó Mario Hermoso, que a ojos de la dirección deportiva parecía una mejor opción para ocupar el puesto de lateral izquierdo, ya que su progresión hasta ese momento apuntaba a cotas más altas que la de su predecesor. Pero no se trata de cómo se comienza, si no de cómo se acaba. Y la realidad es que, a día de hoy, Hermoso compite en Segunda B con el Real Madrid Castilla y Brian lo hace en Segunda con el Cádiz. Las vueltas de la vida, y del fútbol.
Sea como fuere, lo cierto es que Oliván está cuajando una más que sobresaliente primera vuelta con el conjunto gaditano. Indiscutible en los planes de Álvaro Cervera, el lateral ha sido titular en quince de los veinte partidos titulares. Si no ha disputado la totalidad de los encuentros ha sido porque una lesión le mantuvo apartado de los terrenos de juego durante un mes, aunque tras ella ha vuelto con más ganas si cabe.
Si algo pesa en el Cádiz es que su cesión termina cuando lo haga la presente temporada, momento en el que Brian regresaría a Granada. No se sabe si lo haría al filial o al primer equipo, ya que durante la pretemporada se le vio entrenando a las órdenes del por aquel entonces entrenador Paco Jémez, aunque su evolución invita a pensar en que en el segundo equipo ya no tendrá cabida.
Aunque, en todo caso, algunos medios gaditanos apuntan que el club amarillo podría estar valorando ejercer la opción de compra cuando llegue el mes de julio, una suma de dinero que por lo visto asciende al medio millón de euros, pero que los gaditanos no descartan pagar si Brian sigue dando buenos resultados.
Aridane, otro ex que también destaca en el Cádiz
Foto: La Voz Digital
Otro que también se enfrentará a su antiguo club es el central Aridane Hernández, que certificó su continuidad en el conjunto gaditano el pasado verano tras desvincularse del Granada. El canario, que ya había militado en el Cádiz en calidad de cedido la temporada pasada, es también uno de los nombres destacados en el plantel dirigido por Álvaro Cervera y ha jugado dieciocho partidos de liga.
Como su compañero Brian, Aridane militó en el Promesas, aunque varios años. Formado en la base del Real Valladolid, a donde llegó del Real Madrid, jugó en el filial hasta que en 2010 puso rumbo a Ceuta. Completó dos pretemporadas con el primer equipo, y Mendilibar le llegó a convocar, pero no debutó con los ‘mayores’.
El de este viernes será, por tanto, un reencuentro de dos ex a los que el club que los formó y les dio la oportunidad de crecer. Y aunque ambos ocupan sendos puestos en la zaga cadista, Paco Herrera debe andarse con ojo si no quiere que, como por desgracia es habitual, algún antiguo blanquivioleta le amargue la fiesta a sus pupilos.