El delantero volvió a dejar claro en el Real Valladolid – Reus que merece más protagonismo en los planes de Paco Herrera

No solo respeto cada decisión que toma Paco Herrera, sino que le admiro como entrenador y creo que está haciendo un gran trabajo en el Real Valladolid pese a que los resultados no terminan de acompañar. Aun así, he encontrado un pequeño lunar –no sin arreglo– en su labor: Raúl de Tomás.
El canterano del Real Madrid se ha convertido en un agitador de partidos, un revulsivo para esas segundas partes en las que el Pucela necesita una marcha más. Entra al campo, reactiva al equipo en los últimos metros y casi siempre goza de una o dos ocasiones. La portería es su obsesión.
Ante el Reus, en un estadio gélido –gracias, Tebas–, Paco Herrera volvió a darle la oportunidad de revolucionar el encuentro. El Real Valladolid empezaba a masticar la sensación de un nuevo »pinchazo’ cuando el técnico le quitó la correa a Raúl de Tomás y le soltó sobre la pradera de Zorrilla. Merecía ganar el Pucela, pero no vislumbraba el camino. Con el ’47’ en el campo, el cuadro blanquivioleta intuyó el fondo y las formas.
Marcó el uno a cero en una acción a balón parado –en los últimos minutos, como buen madridista– y le hizo un regalo de Reyes a Jaime Mata con una asistencia maravillosa cuando el partido agonizaba. El ex del Girona no supo aprovecharla, pero el giro y pase de Raúl de Tomás bien merece un párrafo.
Cuando el árbitro indicó el camino de vestuarios, las miradas y los aplausos fueron, una vez más, para ese delantero engominado que ha tirado la puerta abajo varias veces. Paco Herrera lo sabe y le tiene en consideración, pero quizá sea el momento de que Raúl de Tomás deje de ser agitador para convertirse en referencia, junto a José, de un equipo llamado a hacer grandes cosas en esta segunda vuelta.
Justo ahora que Juan Villar no sabe si sí o si no y que Paco Herrera modifica tanto las piezas del puzzle, Raúl de Tomás emerge como figura indiscutible para ser fichaje de invierno y solución a muchos de los problemas que aturden al Valladolid en zona ofensiva.