La centrocampista regresó al San Pío y debutó en la Segunda Femenina de la mejor manera posible

Llegar y besar el Santo. Así fue para Mónica Padilla su regreso al San Pío X, después de una pequeña etapa en Estados Unidos. Y es que el conjunto rojiblanco logró una importante victoria frente al Guadamur (3-0).
«Fue muy bueno», reconoció la jugadora en #HacemosCantera. Pero también admitió que volver a vestir la rojiblanca le hizo estar «nerviosa al principio». «Después del gol, yendo por delante en el marcador, más tranquila», apuntó.
Porque, además, su reestreno fue perfecto. Pasados los 49 segundos, cazó un balón en el área y, con la derecha, lo mandó a la red. Un tanto que supuso una bombona de oxígeno para las de Martín Olmedo. «Se notó», dijo.
Su vuelta supuso una enorme noticia y alegría para el conjunto de Los Cerros. «Yo, la que más contenta estaba. Supongo que ellas también», comentó. Pero no ve que haya presión sobre ella con el objetivo de la permanencia. «No creo que nos vayamos a salvar por mi vuelta, sino por el trabajo de todo el equipo», afirmó.
El ascenso del que ella fue partícipe «es una nueva oportunidad de ver más nivel en los equipos». Aunque al San Pío le ha costado adaptarse a la segunda categoría nacional, Mónica es optimista. «Veo al equipo animado. Tenemos ganas de quedarnos y estamos trabajando», señaló.
Martín Olmedo dijo tras la victoria que si llegara otra incorporación sería «algo en la parte de arriba». Pero la centrocampista no lo ve muy necesario, pese a que reconoció que «todo refuerzo es bueno». Confía en el bloque actual y lo considera suficiente para mantenerse en la división de plata. «Nos veo bien», añadió.
La aventura en Estados Unidos no resultó tan satisfactoria como esperaba. «En el equipo estaba bastante a gusto, pero algunas cosas no me gustaban», dijo. Tampoco le conquistó el estilo de fútbol de allí. «Los cambios eran como en fútbol sala. No se solían completar los 90 minutos», explicó. Además, solía jugar más adelantada de lo habitual, como «mediapunta o punta». «No estaba acostumbrada, pero se hacía lo que podía», concluyó.
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