El Torrelodones se lleva la victoria en el minuto 89 en un partido en el que las naranjas tuvieron la posesión, pero no el peligro

Foto: Sergio Sanz
Existen dos formas de ver un tropiezo. Una de ellas es la sensación de dejarte abajo, hundido, y más cuando es un partido en el que lo normal habría sido llevarse una victoria. La otra, que ya solo se puede mejorar. El CD Parquesol no pudo empezar peor este 2017. Las naranjas no solo no consiguieron ganar al Torrelodones CF, situado en puestos de descenso, sino que dejaron escapar en el último minuto el punto que tenían amarrado. El final más cruel para iniciar el año.
Empezando por lo negativo, efectivamente, el resultado de este domingo deja al Parquesol tocado. Tras la abultada derrota en su último encuentro de 2016, ante el Madrid, tenía que volver a la senda de la victoria y, sobre todo, a encontrarse con su buena versión. El escenario era el idóneo. En casa, ante su público, y ante un rival que, a priori, podría ser asequible al ver la posición de la tabla que ocupaba. Desde el pitido inicial se vio que, si el Parquesol quería vencer, tenía que sudar tinta china.
El Torrelodones mostró rápido sus cartas: una presión arriba que desde el arranque impidió a las locales sacar el balón con comodidad, lo que fue la tónica general del encuentro.
Con ese planteamiento, y visto que las parquesolinas no eran capaces de llevar el balón jugado desde un área a la otra, solo quedaban dos vías de salida: o tocar atrás entre las defensas y la portera hasta deshacer la presión, o mandar el balón arriba para que Ali se buscara la vida y fabricara la jugada del gol. Probaron las dos formas, y ninguna resultó del todo eficaz.
Sobre todo en una primera mitad donde las chicas de Óscar González se mostraron espesas. Al partido le costó coger ritmo y apenas se contabilizaron ocasiones. La más clara, de Judy, con un disparo cruzado que despejó Jesica, la portera del Torrelodones. A medida que pasaron los minutos, el Parquesol se fue haciendo con el balón, pero a día de hoy ya se sabe que eso no supone gran cosa. En efecto, las naranjas mantenían la posesión, pero no el dominio, ni el peligro.
El empuje verdadero de las parquesolinas no llegaría hasta bien avanzada la segunda parte. En vista de que el tiempo se agotaba, fueron arriba en busca del gol, que se llegó a tantear durante varios minutos, sobre todo en el último tramo del partido. Pero casi todo era corazón y garra, sin una idea de juego clara. Judy dispuso de otra ocasión similar a la de la primera parte, y Paulita y Nata buscaron inquietar a Jesica con dos disparos desde lejos, sin éxito. El empate a cero parecía irremediable y lo peor es que eso habría sido una gran noticia.
Y ahí llegamos a la parte positiva que puede sacar el Parquesol. Después de este envite, ya solo se podrá ir hacia arriba. Porque no pudo ser peor la derrota. A parte de tener la necesidad de volver a ganar, la derrota vino por el peor de los caminos. En una jugada en el último minuto cuando las naranjas ya estaban volcadas arriba.

Foto: Sergio Sanz
Eso sí, el gol fue un golazo. Una jugada de Gadi por la banda izquierda que, ante la pasividad defensiva, ella misma remató mandando el balón en la escuadra. Martina solo pudo ver cómo el balón quitaba las telarañas de la portería. Se desató la locura en el bando madrileño porque la victoria estaba casi en el bolsillo.
Es por ello que las vallisoletanas inician el año desde abajo. Obviamente el lugar que ocupan en la clasificación no las puede inquietar, pero tendrán que corregir esos errores que cometieron ante el Madrid y que en esta ocasión reaparecieron tímidamente. Uno de los ellos, la salida de balón. Costó ver jugadas enlazadas, sin un pelotazo. Casi todo eran balones altos o juego hacia atrás. Y en alguna de esas hasta se llegó a poner en apuros a la portera, que casi fue una jugadora de campo más.
Y arriba, similar. Ali y Paulita lo intentaron, pero no dispusieron apenas de opciones de gol. De lo mejor, el partido de Nata, intensa desde el minuto uno, y los detalles que dejó Barbi con el balón en su poder.
Se puede hablar de derrota justa o injusta. Quizá lo más equitativo habría sido un empate, pero a veces la moneda sale cruz. Al menos desde fuera, al ver los cambios, no se puede hablar de conformismo. El cambio de Rivas por Alexia dejó claro que Óscar González iba a por los tres puntos, pero el equipo pareció no querer o, por lo menos, no poder.
La semana que viene visitará el campo del Guadamur, que perdió este domingo en Valladolid ante el San Pío y es último clasificado, aunque a la vista está que eso no significa nada. En ese campo el Parquesol continuará la escalada del mes de enero, que hoy se puso bastante empinada. Pero la derrota deja ese resquicio positivo, ahora solo queda subir y a su modo, como le gusta, «pasito a pasito».
CD Parquesol: Martina; Kela, Rivas (Alexia, min. 77), Pau, Cris; Barbi, Nata, Sandra (Silvia Villafáfila, min. 75), Judy (Paula Martín, min. 82), Paulita (Tania, min.86); y Ali.
Torrelodones: Jesica, Gadi, Sandra (Cristina, min. 89), Virginia, Nerea; Elena, Montse, Bea (María, min. 86), Aurora, Gema (Macarena, min. 75); y Claudia.
Goles: 1-0, min. 88: Gadi.
Árbitro: David Rivera García fue el colegiado del encuentro, asistido en las bandas por César Lucas García y Silvia Fernández Pérez. Expulsó a Alberto Otero, segundo entrenador del Torrelodones, en el minuto 81.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 15 del Grupo V de la Segunda División Femenina. El José Luis Saso presenció una entrada más baja que habitualmente. Alrededor de setenta personas presenciaron el partido.