El juvenil Miguel, con cuatro goles en tres partidos con el Real Valladolid DH, fue el último en llevarse esta nominación en 2016

Foto: Víctor Álvarez
Dice Buster Moon, protagonista de la película «¡Canta!», una de las estrellas de estas navidades, que lo mejor de tocar fondo es que ya solo se puede ir hacia arriba. Buena cuenta de ello ha dado el Real Valladolid de División de Honor, un conjunto que después de hacer una primera vuelta pobre, provocada por los tropiezos fuera de casa, ha mejorado su imagen durante el último mes de 2016, merced al empate en un campo complicado como el del Getafe CF y a las dos sólidas victorias contra el Trival Valderas y la RSD Alcalá.
Suele decirse que la victoria tiene muchos padres, mientras que la derrota es huérfana. Unos cuantos son los responsables del cambio a mejor en las postrimerías del pasado año, entre ellos Miguel, autor de cuatro goles en los tres partidos disputados durante diciembre.
El delantero vallisoletano perforó las redes de los dos equipos que cayeron ante un ‘Divi’ a veces falto de gol, pero que nota y celebra el acierto de su ‘nueve’. Si contra los azulones estuvo cerca de marcar y solo las grandes intervenciones del guardameta Valero lo evitaron, ante los otros dos conjuntos madrileños hizo sendos dobletes que bien podrían haber sido por lo menos un hat-trick, puesto que sus actuaciones fueron de mucho mérito, como la que tuvo contra la Comunidad Valenciana en el Campeonato de España de selecciones regionales con una Castilla y León que es mejor con él sobre el campo.
Cada vez más determinante, aunque todavía juvenil de segundo año, su crecimiento le permite ser uno de los delanteros con más futuro en las categorías inferiores del Real Valladolid, sino el que más. Y su buen hacer en diciembre, en esos encuentros citados, le llevan a ser el último canterano del mes de 2016.