Remontó con diez ante el Torrelodones y consiguió un triunfo importantísimo para despedir 2016

El CD San Pío X consiguió un triunfo muy importante de cara al sueño de la salvación en el campo del Torrelodones, contra quien fue capaz de remontar con una jugadora menos para traerse de vuelta los tres puntos a Valladolid.
Aunque mentalizado de que la empresa era clave, salió el conjunto rojiblanco un poco atenazado por los nervios ante un rival directo por la permanencia. Esto provocó que hubiera imprecisiones en el pase y precipitación por parte de las chicas de Martín Olmedo y que en más de una ocasión les pudiera el ansia de ir hacia arriba en busca del gol, en lugar de jugar el balón como era el plan inicial.
Mediado el primer periodo, el Torre se adelantó, gracias a un gol de Miri, que se lesionó en dicha acción. Este tanto deshacía la igualdad que se estaba viendo sobre el tapiz y permitía a las locales irse en franquía al descanso, quizá sin merecerlo.
Pero el San Pío no se amedrentó y siguió compitiendo de tú a tú ante un igual, pues como mínimo eso era el conjunto madrileño. Dado que era importante para ambos conjuntos la victoria, los dos lucharon por ella y generaron ocasiones de peligro. Y, como a las rojiblancas no les valía otra cosa que no fuera ganar y eran conscientes de ello, fueron a por todas y ni siquiera se resintieron de ese tanto, como otras veces.
Así, olvidaron lo sucedido siete días atrás, cuando un error propio echó por tierra el buen trabajo ante el Parquesol y no se descentraron. Sirvió, para que esto fuera así, el hecho de que Nerea Fidalgo empató al poco de reanudarse el choque, en el minuto 49, con una volea desde fuera del área ante la que nada pudo hacer la guardameta madrileña.
El Torrelodones, que con la pérdida de su delantera decayó en lo que a presencia ofensiva se refiere, no se amilanó y quiso hacer valer su condición de local, pero se topó con un San Pío que también quiso más. De esta manera, hubo varias ocasiones en ambas áreas, si bien Lore y Peke anduvieron muy atentas en el trabajo defensivo para desbaratar algunos de esos acercamientos. Mientras tanto, Sandra Luengo tuvo un mano a mano, pero tiró al muñeco.
Entretanto, en el tramo final, Paula fue expulsada por doble amarilla, la primera por una falta por detrás y la segunda por protestar. Lejos de dar por bueno el empate, el conjunto vallisoletano, sabedor de lo necesario que era sumar tres puntos, no bajó los brazos y se encomendó a Moni para intentar que obrara lo que podía parecer un milagro.
Y la toresana no decepcionó. A falta de poco más de cinco minutos, Zipi cazó un balón y consiguió un gol marca de la casa que serviría para sumar tres nuevos puntos, importantes en esa lucha en la que los dos equipos andan metidos. Antes, claro está, hubo que lidiar con un último arreón local, que no pasó a mayores.
A la conclusión del encuentro, Martín Olmedo, entrenador del San Pío, reconoció que el choque fue «de tú a tú» y que sus chicas acabaron saliendo «victoriosas por las ganas de puntuar», por lo que se jugaban y porque fueron «superiores» al rival. «En esta categoría nadie te regala nada», agregó, para confirmar esta premisa.
«El equipo supo rehacerse de lo que pasó en el último partido y estuvo bien. Al final hubo cinco minutos agónicos, porque no nos conformábamos con el empate, pero fuimos capaces de aguantar. Los tres puntos son una buena inyección de moral. A ver si empezamos a tirar para arriba», deseó, algo que si pasa será ya el próximo año, ya que este era el último partido de este 2016.
Tras este trabajado y merecido triunfo, el CD San Pío X termina el año abandonando el farolillo rojo, en el que ahora se encuentra el Guadamur, que será su primer rival de 2017. Tiene diez puntos y se coloca a dos del Torrelodones, su última víctima, y que visitará al CD Parquesol en el partido que abrirá el año, mientras que la permanencia se queda a tres unidades, marcada por el Vallecas CF.